Ante el rechazo, los principales actos, como el encuentro del mandatario con la primera ministra, Theresa May, y la reina Isabel II se realizarán fuera de Londres para evitar protestas
La llegada hoy del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para una visita de trabajo al Reino Unido ha generado un nivel de movilización sin precedentes en el país desde las masivas protestas callejeras contra la guerra de Irak en 2003.
No en vano los principales actos, como el encuentro del mandatario con la primera ministra, Theresa May, y la reina Isabel II se realizarán fuera de Londres para evitar en lo posible las numerosas protestas programadas en su contra.
En lugar de los emplazamientos habituales de Downing Street y el palacio de Buckingham, en el centro de la capital británica, Trump se reunirá con May y la Reina Isabel II en laS residencias de Chequers y Windsor.
La única vez que el líder republicano pisará la capital con su esposa Melania será esta noche para alojarse en la residencia del embajador de EU.
Ante sus puertas, la plataforma Together Against Trump (Juntos contra Trump) ha organizado una protesta que estará precedida por otras acciones.
Una furgoneta con el lema «Go Home» (Vete a casa) se desplazará a lo largo de la mañana por la zona del Parlamento de Westminster, mientras que Amnistía Internacional desplegará una pancarta frente a la embajada de EU.
Además, a su llegada hoy a la mansión campestre de Blenheim Palace -en el condado de Oxfordshire-, donde nació el ex primer ministro conservador Winston Churchill, héroe del estadounidense, y donde los Trump mantendrán una cena de gala con empresarios, se toparán con una protesta del colectivo Oxford Stand Up To Racism.
Por su parte, el grupo de presión conservador The Bow Group ha organizado hoy un evento de bienvenida en el Parlamento, al que seguirá, un día después, otro a cargo de la plataforma Republicans Overseas UK en un club de lujo del centro de Londres.
El viernes, el «bebé Trump», un globo gigante que retrata al presidente como un «bebé furioso» en pañales y con un móvil en la mano, sobrevolará durante dos horas las inmediaciones del Parlamento británico a iniciativa del colectivo Nona Hurkmans.
Durante esta jornada, se producirán diferentes concentraciones de rechazo en ciudades de todo el país como Manchester y Glasgow así como la que se prevé como la gran marcha de oposición a las políticas implementadas por el líder estadounidense, que tendrá lugar en Londres.
Bajo el lema «Stop Trump March» (Marcha para parar a Trump), se ha convocado a los asistentes a las 02:00 hora local (03:00 GMT) frente a los estudios de la cadena BBC para marchar por las principales arterias de Oxford Circus y Regent Street hasta finalizar en la icónica plaza de Trafalgar.
La columna dedicada al almirante Nelson en este céntrico enclave ya se ha iluminado con el lema «Trump No», a lo que se añadirán un muro de sonido con música de mariachis y niños mexicanos llorando en protesta contra la separación de sus padres tras entrar en EU.
Las previsiones iniciales apuntan a que la marcha londinense podría congregar a 50,000 manifestantes durante un acto que sus organizadores han definido como parte del «carnaval de resistencia», que tomará las calles del Reino Unido en respuesta a la visita del líder estadounidense.
El viernes por la noche, Trump y Melania llegarán a Escocia para una visita que se ha denominado privada y en la que se espera que acudan a los campos de golf que el presidente regenta en la región.
Una parte del viaje que tampoco estará exenta de oposición ciudadana, ya que el sábado habrá una protesta en Menie, la pequeña localidad donde se encuentra el Trump International, uno de los dos complejos de lujo con campo de golf que gestiona en la región.
El sábado, las inmediaciones del Parlamento escocés en Edimburgo acogerán la concentración organizada por «Scotland United Against Trump» (Escocia unida contra Trump).
Muchas de estas protestas han sido precedidas por quedadas, organizadas a través de las redes sociales durante toda la semana, para confeccionar pancartas y carteles de protesta.
Según las previsiones de la Policía británica, se espera que más de 100,000 personas participen en los diversos actos de protesta organizados en todo el país por colectivos, que incluyen sindicatos, asociaciones feministas y en favor de las minorías étnicas.
El domingo los Trump viajarán a Finlandia, donde el 16 de julio el presidente se reunirá con su homólogo ruso, Vladímir Putin.