Isla Mujeres. – La promesa de endurecer las normas de construcción en sitios turísticos o de playa tras la muerte de una turista en un club de playa “Albatros” sigue siendo letra muerta, mientras más obras siguen apareciendo sin una supervisión o permisos aparentes.
Quienes viven cerca de lo alguna vez fue la palapa `Cahuameros´ sobre la prolongación Rueda Medina, aseguran que la obra en el restaurante `El Comején´ podría estar evadiendo permisos no solo de índole municipal si no también federal.
El concesionario Jesús Garrido Díaz, quien es suegro del actual encargado del despacho de presidencia, Juan Martín Pérez, inició desde la semana pasada la ampliación de su restaurante, sin embargo, se desconoce si existen los permisos para la construcción.
Es claro que por parte del Ayuntamiento no habría mayor dificultad, ya que si bien la obra se encuentra sobre una zona federal concesionada, el ayuntamiento debería exigir permisos federales.
Quienes viven cerca del local aseguran que no ha existido ningún tipo de verificación y mucho menos inspección sobre la vieja construcción la cual data de poco más de 20 años.
Hasta el momento se ignora si existe aval por parte de la dirección de protección civil, por parte de la dirección de desarrollo urbano y también por parte de la dirección de general de puertos y marina mercante, pues este se encuentra dentro del área que vigila la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo.