El buque USNS Comfort, el sexto más grande del mundo, servirá para aliviar el incipiente colapso provocado por el coronavirus en la ciudad estadounidense
El buque hospital USNS Comfort, el sexto más grande del mundo, ha llegado este lunes al muelle 90 de Nueva York para aliviar el sistema hospitalario de la ciudad, donde hay ya casi 60.000 casos de Covid-19 confirmados y se superan los mil fallecidos.
El buque tiene una capacidad de 1.000 camas, 12 salas de operación y una morgue, entre otros compartimentos. No recibirá pacientes contagiados por el brote de coronavirus, sino que servirá como un hospital para enfermos con otras patologías o con operaciones pendientes.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha acudido al muelle para recibir a la embarcación: “Necesitábamos este impulso, necesitábamos esta esperanza creada por nuestros hermanos y hermanas de la Marina”, ha dicho ante una aglomeración de personas que no estaban respetado la distancia social recomendada.
El presidente Donald Trump reconoció este domingo en la Casa Blanca que le habría encantado ir a recibir el buque hospital, pero los responsables de su seguridad se lo impidieron “por las razones correctas”.
Lo que sí logró el mandatario fue despedir a la tripulación, que zarpó este sábado desde Norfolk, Virginia. El gobernador Andrew Cuomo ha agradecido este lunes a la Administración el envío del USNS Comfort.
Desde el principio sabíamos que la capacidad hospitalaria era crítica. Preguntamos, y el Gobierno federal respondió”, ha escrito en Twitter.
El Comfort lleva una tripulacion de 1.200 personas. El objetivo es que los hospitales en tierra utilicen sus unidades de cuidados intensivos y ventiladores para los pacientes contagiados por el coronavirus.
En el último día han muerto 253 personas en el Estado de Nueva York. No es la primera vez que la embarcación petrolera reconvertida en hospital presta sus servicios a la ciudad: después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, se utilizó como base flotante para los equipos de rescate.
Los oficiales de la Marina al mando son conscientes del riesgo que entraña la operación, y se han extremado las precauciones para mantener la embarcación libre del coronavirus, ya que cualquier infección podría convertir el barco de rescate en un peligroso foco de contagio.
Es el segundo barco hospital de la Marina de la clase Mercy que se pone a disposición de esta crisis sanitaria. El primero, también con una capacidad de 1.000 camas, se encuentra desde este viernes en Los Ángeles para asistir a los hospitales del sur de California, el tercer Estado con más contagios en el país, detrás de Nueva York y Nueva Jersey.
La embarcación cuenta con más de 800 miembros de personal médico y de apoyo de la Armada, y más de 70 marineros del servicio civil. Su destino inicial era Seattle, el primer foco de contagios del país, que ya registra 143.667 casos y 2.487 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.