El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recaudado más de 21 millones de dólares para su campaña de reelección de 2020 en el último cuarto de 2018, que se suman a los 106 millones que ya había reunido desde principios de 2017.
Según un comunicado enviado este jueves por la organización de la campaña para la reelección de Trump, esta cifra trimestral supone la continuación de un récord de recaudaciones de un mandatario estadounidense, y supera los 18 millones de dólares que recibió en el tercer trimestre.
Sostiene además la organización que el 98.5 por ciento de las donaciones han sido de una cantidad reducida, por debajo de los 200 dólares cada una, lo que sería una prueba del «respaldo popular constante e histórico» del mandatario.
Sin embargo, la recaudación de 21 millones de dólares queda anulada por los gastos de 23 millones en las elecciones legislativas del pasado mes de noviembre, en la que Trump mostró su apoyo a varios candidatos republicanos, una cifra muy por encima de los 5 millones de desembolso que registró en anteriores trimestres de 2018.
Mientras que su predecesor, Barack Obama, no comenzó a recaudar fondos para su reelección hasta el tercer año de su mandato, Trump tramitó los documentos necesarios para presentarse por segunda vez el mismo día que llegó al poder y se ha implicado en la financiación de esa campaña desde mediados de 2017.
Eso le ha proporcionado una ventaja considerable con respecto a sus potenciales rivales demócratas en 2020, entre ellos el exvicepresidente Joe Biden y la senadora Elizabeth Warren, que están empezando ahora a recaudar sus primeros fondos y a viajar por el país.
En febrero pasado, el mandatario nombró un jefe de su campaña de reelección, Brad Parscale, que le ha ayudado a diseñar una potente maquinaria de cara a 2020.
Al contrario que sus predecesores, Trump ha mantenido desde que llegó al poder mítines prácticamente iguales en formato y discurso a los que tuvo durante la campaña electoral de 2016, y en los últimos meses lo ha hecho con más frecuencia, con el fin de impulsar a candidatos republicanos en las elecciones legislativas de noviembre.