Tomás Yarrington, exgobernador del norteño estado de Tamaulipas del 1999 al 2005, fue detenido este domingo en Italia. El político priista era buscado tanto por la justicia mexicana como estadounidense desde el 2012 acusado lavar dinero procedente del narcotráfico.
El PRI, partido en el poder en México, tacha así un nombre de su lista de militantes prófugos. Tanto Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, como César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, siguen perseguidos por la justicia y acusados de desfalcos millonarios. Ambos, junto con Roberto Borge, de Quintana Roo y también en la cuerda floja, eran los jóvenes gobernadores a los que hace no tanto el presidente Peña Nieto ponía públicamente como ejemplo de renovación dentro de la vieja maquinaria priísta.
Pese a que un juez federal emitió dos órdenes de captura hace cinco años -delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita- , la Fiscalía mexicana (PGR) no comenzó la búsqueda efectiva de Yarrington hasta el año pasado, cuando lanzó una recompensa de 15 millones de pesos (unos 728.000 dólares) por su cabeza.
Según la investigación de la PGR, el tamaulipeco cobraba sobornos al cártel del Golfo y Los Zetas. Posteriormente el dinero obtenido era blanqueado con prestanombres del sector inmobiliario, según los testimonios de testigos protegidos citados por medos mexicanos en ese entonces.
Las primeras acusaciones contra de Yarrington comenzaron de hecho en Estados Unidos. En mayo de 2012, se le acusó de recibir millonarios sobornos del narco, y se le confiscaron propiedades en EE UU.