Cancún, Q. Roo.- Como cada año, el Parque Las Palapas de Cancún fue el escenario para la personificación de la pasión y muerte de Cristo, acto el que cientos de personas revivieron al ser este la escena más importante dentro de la liturgia católica.
Desde temprana hora, en el que fue montado un operativo para salvaguardar la integridad de los asistentes, dio inicio esta representación, en el que se siguieron uno a uno los misterios dolorosos de Cristo a través de 14 estaciones y su muerte al ser crucificado en el Gólgota.
Sin importar los intensos rayos del sol cerca de mil personas, vivieron de cerca esta personificación, demostrando así su devoción por Cristo, quien dio su vida como un acto de amor para que los hombres alcancen el perdón de sus pecados.
La Primera Estación correspondió a la sentencia de muerte que se le dio a Jesús, luego se le otorgó la Cruz que debió cargar por todo el trayecto, posteriormente tropezó en la tercera etapa y más adelante se encontró con su madre María.
Más adelante, fue auxiliado por el personaje de “Cirineo”, quien le ayudo a cargar la cruz y más adelante lo esperaba “Verónica”, que le lavó el rostro, quitando sangre de su frente dejando plasmada su imagen en el manto con el cual le limpiaron. Acto seguido, continuó su recorrido en donde tropezara en dos ocasiones más.
Como ya es tradicional la Palapa central fue el escenario para la representación de la última estación, en donde Jesús fue desvestido, clavado en la Cruz y posteriormente muere, para después ser descolgado y entregado a su madre, María quien lo lleva al sepulcro.