Chetumal, Q. Roo.- El exgobernador y actual senador por Quintana Roo, Félix González Canto le amargó el postre al mandatario estatal Carlos Joaquín González, en el desayuno organizado para la «crema y nata» de la política estatal por el 43 aniversario de la Conversión del Estado Libre y Soberano, al protagonizar una trifulca con Julián Ricalde Magaña, como si estuviera en cualquier cantina de Cozumel.
Después de la ceremonia de izamiento de la bandera en la Explana del Gobierno del Estado, donde el gobernador del estado, Carlos Joaquin ha mencionado que las diferencias partidistas quedaron en el pasado y es momento de trabajar coordinadamente por Quintana Roo, al flamante senador Félix González Canto le importó un sorbete y cuál vil «busca pleitos» se enfrentó al ex alcalde de Cancún y hoy titular de Sedeso, Julián Ricalde Magaña, a quien los guamazos no le asustan.
Cachetadas, puñetazos y corridas de media
Resulta que durante el desayuno en el Centro de Convenciones de Chetumal, después de que Félix González Canto -el mismo que rompió propaganda electoral del actual mandatario- saludará a Carlos Joaquín, el isleño Julián Ricalde subió la a su cuenta de Twitter (ya lo borró) la foto acompañada de la letra de la canción de Joan Manuel Serrat, «La Fiesta», escribió: «Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha», lo que indignó al senador.
Ni tardo ni perezoso, Félix González Canto fue hasta la mesa de Julián Ricalde y después de decirle «a mí no me insultas» -comentaron los testigos-, le soltó una cachetada, el isleño Julián Ricalde se levantó de la silla y le recetó dos derechazos en el rostro al cozumeleño, pero cuando estaba por rematar de un gancho al hígado, los asistentes lo detuvieron.
Lo que generó un zafarrancho momentáneo ante la mirada desconcertada del gobernador Carlos Joaquín y de cientos de políticos y empresarios de primer nivel en Quintana Roo.
Y es que a Félix González no conforme con dejar su marca en la mejilla del perredista isleño y ya enchilado por los golpes en el rostro, dicen, agarró una silla para reventársela en el lomo al seguidor del equipo “Caguameros” de Isla Mujeres, lo que movilizó a los guaruras que estaba en el evento para intervenir y aplacar a ambos, ya que Julián al ver la acción del senador se le fue «sobres» para darle otro recto en la cara, lo que casi provoca el nocaut del priista, pero gracias a una de las «mujeres» -repetía siempre González Canto «dónde están mis mujeres-, el pleito ahí quedó, por ahora.
Así prácticamente terminó el desayuno organizado para festejar el aniversario 43 de Quintana Roo, cuando de una guerra de indirectas en las redes sociales entre ambos personajes pasó a los golpes, cual pequeños chamacos que se disputaban un partido de béisbol ante la mirada de los aficionados para demostrar su valentía.