Cancún, Q. Roo.- Después del análisis estructural al Auditorio del Bienestar edificado en la administración de Roberto Borge y de corroborar que tiene deficiencias para lo que fue creado, la actual administración estatal decide rescatarlo, pero será un búnker de seguridad, sede del C-5.
Según explicó el jefe del Ejecutivo Estatal, Carlos Joaquín González, después de buscar un uso óptimo y responsable del edificio en el cual se invirtieron 244 millones de pesos del erario, se determinó crear un escudo de seguridad en benéfico de los quintanarroenses.
Definir el uso que se le podía dar al Auditorio del Bienestar, se había convertido en un problema», expresó el Gobernador, al referirse a los defectos por mala planeación en la estructura que costó 244 millones de pesos, con un sobre costo de 60 millones.
Ante esa situación, el Gobierno estatal analizó la alternativa de instalar ahí el C5, que podría iniciar operaciones antes de que concluya el año. La ubicación es idónea, pues otros C-5 que funcionan en el país, están ubicados generalmente en áreas aledañas a carreteras o bulevares conurbados.
El mandatario indicó que el Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo y Calidad (C-5), será un complejo adicional de la estrategia que en materia de seguridad implementa la actual administración y que desde un principio se había planteado y que actualmente se encuentra en proceso de ejecución.
Explicó que ya se están gestionando los recursos con la Federación para conseguir los recursos para equipar el escudo de seguridad, que serían por el orden de los dos millones de pesos.
Este proyecto también también contempla la instalación de 3 mil cámaras de seguridad y 130 arcos de vigilancia en puntos estratégicos de la entidad, para fortalecer el blindaje en Quintana Roo, además de que contribuiría a darle mayor rapidez de actuar a los cuerpos de rescate en caso de algún percance.
En el C-5, que se integrará a los que ya operan en Puebla, Estado de México, Nuevo León y Ciudad de México, operarán los números de emergencias y denuncias 911 y 089, así como la Policía Cibernética que atiende casos de secuestros virtuales o extorsiones telefónicas.
Hay que señalar que el Auditorio del Bienestar fue inaugurado el 14 de septiembre del 2016, dos semanas antes de finalizar la gestión de Roberto Borge, quien anunció que el edifico podría ser sede de eventos masivos con una capacidad superior a 11 mil personas.
Sin embargo, un mes después se corroboró que no cuenta con la estructura para las miles de personas que se dijo; entre las anomalías, no cuenta con suficiente espacio en el estacionamiento, las instalaciones sanitarias son insuficientes para los baños, no cuenta con aire acondicionado, provocando que la temperatura en el interior oscile en los 38 grados, lo que imposibilita su uso para eventos masivos.
Del mismo modo, los asientos instalados fueron de metal, material no óptimo para las condiciones de Cancún, puesto que ya están oxidadas a casi un año de su edificación.
Todas estás fallas ocasionarían un gasto inútil, que se sumaría a los 244 millones de pesos que se le invirtieron, además que no se puede dar en concesión, puesto que los recursos para su construcción fueron bajados del Ramo 33, que debe ser para Proyectos de Desarrollo Regional y a través de aportaciones para el fortalecimiento de las entidades federativas.
Existían interesados en operarlo, pero de plano no se puede utilizar para los eventos masivos», señaló Carlos Joaquín.
Empero, usarlo para la instalación del C-5, como los instalados en Puebla, Estado de México, Nuevo León y Ciudad de México, permitiría la coordinación entre las autoridades municipales, estatales y federales, facilitando el Mando Único en Quintana Roo.
EXPERIENCIA COMPROBADA
El C5 de Toluca es considerado el centro de vigilancia más importante de América Latina; tiene la sala de monitoreo más grande del continente. Usa tecnología similar a la que se utiliza en Alemania, Israel e Inglaterra.
Sus cámaras de seguridad cuentan con tecnología de reconocimiento de imágenes. Logran detectar, por ejemplo, las placas vehiculares; introducen la matrícula en la base de datos del sistema y determinan si se trata de un vehículo reportado como robado o si es parte de un crimen.
Las cámaras lectoras de placas permiten obtener una imagen nítida incluso si el vehículo está en movimiento. Están diseñadas para reflejar el brillo de la superficie de la placa, ignorando el resto del panorama.
Están “programadas” para detectar cualquier cuerpo extraño, como objetos tirados, grandes grupos de personas u obstáculos en la vía pública, y dar aviso a los operadores del C5.
Gracias a ello, es posible monitorear las 10 mil cámaras que hay en todo el Estado de México sin perder los detalles que el ojo humano no logra detectar. Además, los C5 reciben ayuda de subcentros ubicados en varias partes del estado y vehículos de vigilancia móvil.
En el C5 de Toluca labora personal de la Marina, el Ejército y las policías federal y estatal, además de un grupo de cinco personas con sordera que trabajan como monitoristas, ya que tienen la habilidad de leer los labios y un mejor desarrollo de la vista, que compensa la falta de oído.
En el centro también usan la tecnología para cuidar la seguridad y los datos de sus trabajadores, que en su mayoría son psicólogos, abogados y criminólogos. Además de acreditar los exámenes de control de confianza, a través del reconocimiento facial y el escaneo de iris, sus voces, rasgos faciales y retina, están almacenados como medida de seguridad interna.
La gran mayoría de los operadores son jóvenes saliendo de la universidad, son policías de carrera y el pago es muy bueno. No deben tener antecedentes penales, se graba su voz, rasgos faciales, ADN e iris. Esa calidad es la que necesitas para que funcione.
El personal que atiende el C5 está capacitado para atender emergencias médicas y de protección civil. Entre sus protocolos está la atención a casos de ahogados, amputaciones, asfixia, convulsiones, electrocutados, hemorragias, infartos, intoxicaciones, quemaduras, sobredosis y trabajos de parto.
Los operadores también están capacitados con perspectiva de género en casos de abuso a mujeres. El director, Miguel Ángel Zamora, pone el ejemplo de una joven que sufre abuso sexual. “Los operadores jamás le preguntarán qué ropa llevaba puesta o si bebió de más antes de la agresión. Ellos están capacitados para apoyar y tranquilizar a la víctima, sin juzgar”.
C5: ESCUDOS URBANOS
Uno de los objetivos de los C5 es que las autoridades puedan reaccionar al instante a los delitos; con las cámaras de vigilancia y sensores, se pueden reconocer disparos de arma y demás delitos. Pero también se pretende que se puedan identificar a tiempo situaciones de riesgo, como lo son inundaciones, incendios y otros acontecimientos en los que intervendría Protección Civil y Bomberos.
No sólo son para la reacción, sino fundamental para la prevención, ya que la tecnología que utilizan cuenta con más de 500 variables o algoritmos en las cámaras y dispositivos para que, aunque no se esté viendo el monitor y tenga en la cámara otra proyección, se pueda tener conocimiento de la información que se manda a través de un software.
A través de un C5 se pueden detectar amenazas con anticipación; se monitorean diferentes ubicaciones en las ciudades. Con el monitoreo en video se validan incidentes y delitos en tiempo real, con lo que también se apoya a que haya menos falsas alarmas. Las autoridades tienen conocimiento sobre las amenazas, los sospechosos de delitos y la ubicación geográfica al instante.
Quienes trabajan en la base del C5 respaldan a los elementos de seguridad que están en las calles; además de la comunicación directa, envían detalles de los acontecimientos de la ciudad en tiempo real, con lo que se hay mayor coordinación.
Con la tecnología avanzada también se tiene constantemente actualizada la información de delitos en las ciudades. Y se pueden operar alertas a partir de los sensores, además de que se graba en tiempo real cualquier situación, cuyos videos son además almacenados.