El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, ha declarado este lunes el estado de emergencia en la isla ante la llegada del huracán María, prevista para la madrugada del miércoles. El mandatario ha dicho que este nuevo ciclón, que esta tarde en una veloz escalada de potencia ha alcanzado ya categoría 4 –a un paso del nivel máximo, 5– con vientos sostenidos de 209 kilómetros por hora, será «más devastador que Irma» para su territorio.
Irma pasó a unos 80 kilómetros de la costa de Puerto Rico y aún así su coletazo desde lejos dejó a un millón de boricuas sin electricidad. María parece que lo golpeará directamente. La isla, de tres millones y medio de habitantes, prevé abrir 450 refugios con capacidad para 62.000 personas.
«Todo Puerto Rico va a sentir condiciones huracanadas», ha advertido Rosselló, que ha dado orden de iniciar ya la evacuación de las zonas costeras más expuestas. «Tienen que empezar los desalojos desde ya», ha urgido el gobernador. El huracán podría traer inundaciones de medio metro de alto y ser más dañino que otros que azotaron fuerte a la isla como Hugo en 1989 o George en 1998. Tras el reguero de destrozos y pérdidas por Irma, María asoma como un posible golpe fatal a un país sumido en la mayor crisis de su historia con 120.000 millones de dólares de deuda. Está previsto que antes de que termine septiembre visite la isla (Estado Libre Asociado a EE UU) el presidente Donald Trump.
El resto de islas del Caribe, devastadas por Irma a principios de septiembre, también se preparan para la llegada de María. Aunque comenzó como una tormenta tropical, el domingo se convirtió en ciclón y este mismo lunes se ha fortalecido y ha aumentado a categoría tres sobre cinco en las escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 190 kilómetros por hora, ha informado el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Según el último parte del NHC, con sede en Miami, María, que se desplaza a 16 kilómetros por hora, se intensificará en las próximas horas en su recorrido a través del Caribe hasta convertirse en un fenómeno muy peligroso, amenazando a las islas francesas de Guadalupe y Martinica, así como a Saint Kitts y Nevis, Montserrat (Reino Unido) y Dominica.
El NHC ha afirmado que María podría producir «una peligrosa tormenta y olas grandes y destructivas» que elevarían los niveles del mar en 1,2 a 1,8 metros cuando pase por las islas de Sotavento. Además, ha pronosticado una precipitación máxima de unos 51 centímetros en esas islas, en Puerto Rico y en las islas Vírgenes Británicas y estadounidenses en la noche de este miércoles. Esto podría causar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra potencialmente mortales.
La alerta de huracán también incluye a la isla de Martinica, Antigua y Barbuda, Saba y San Eustaquio y Santa Lucía. Mientras que la isla francesa de Guadalupe va a estar en alerta roja por ciclones a partir del mediodía de este lunes. Desde la NHC piden que la gente no se desplace, que busquen cobijo, ya sea en sus casas o en un lugar seguro, y que se informen de las condiciones meteorológicas por radio.
Un comunicado del servicio de meteorología francés Météo France advierte que María puede golpear con categoría tres a la isla de Guadalupe. Las olas pueden llegar hasta 10 metros, vientos de 150 a 180 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 200 kilómetros por hora y fuertes lluvias de hasta 400 milímetros por sitios y que proseguirán durante toda la jornada del martes, según informa Météo France. «La amenaza debe ser tomada muy en serio», sostiene el anuncio.
Barbuda fue diezmada por el huracán Irma el 5 y 6 de septiembre, cuando fue la primera isla del Caribe en recibir a este ciclón de categoría cinco. Alrededor de 40 personas murieron por el Irma a su paso por el Caribe antes de golpear Florida, donde murieron al menos 20 personas más. Un segundo huracán, José, también está activo en el Atlántico y ha desencadenado alertas de tormenta tropical en el noreste de Estados Unidos.