La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) hizo un llamado a la población a respetar la conservación del tiburón ballena y advirtió a quienes realizan prácticas de observación y nado con este animal marino, ya que podrían ser sujetos a procedimientos administrativos y recibir multas superiores a los 4 millones de pesos.
Al menos en Quintana Roo, la temporada concluyó el pasado 17 de septiembre, pero no se sospecha de que algunos sigan realizando la actividad, especialmente náuticos sin ningún tipo de autorización o permiso.
Recordó que en nuestro país, actualmente, sólo se pueden realizar actividades de acercamiento al tiburón ballena. Esto a través de instancias con autorización otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que aseguren que se trata de un aprovechamiento no extractivo.
Las prácticas no reguladas de acercamiento al tiburón ballena pueden ocasionar daños a en su hábitat y áreas de distribución. En nuestro país esta especie se ubica principalmente cerca de Holbox, Isla Contoy e Isla Mujeres en Quintana Roo; en Bahía de los Ángeles en Baja California, y Bahía de La Paz en Baja California Sur.
Las multas impuestas serán equivalentes a 50 o hasta 50,000 veces la Unidad de Medida y Actualización, conocida como UMA, que actualmente está valuada en 86.88 pesos. Las multas pueden ascender hasta 4,344,000 pesos, tanto para prestadores de servicios como para los usuarios que practiquen observación o nado con tiburón ballena.
Las sanciones no terminan ahí, pues quienes incurran en esta falta podrían recibir denuncias penales por el delito de daño a ejemplares de flora y fauna silvestres endémicos, amenazados, en peligro de extensión, sujetos a protección especial o regulados por algún tratado internacional firmado por México.
Por ello, la institución llamó a respetar la Norma Oficial Mexicana 171. De lo contrario, cualquier prestador de servicios o particular estaría incurriendo en una infracción prevista en la fracción II del artículo 122 de la Ley General de vida Silvestre.
El tiburón ballena, de nombre científico Rhincodon typus, es el pez más grande conocido, observado principalmente en El Caribe mexicano y litoral del estado de Quintana Roo; en la Bahía de Los Ángeles, Canales de Ballenas y de Salsipuedes en Baja California; en la Bahía de La Paz en Baja California Sur, y en San Blas, Platanitos y Boca de Chila en Nayarit.
En nuestro país, está enlistado en la categoría de especia amenazada en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059-SEMARNAT-2010 y catalogado como vulnerable a la extinción por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Este animal también forma parte del Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre.
La NOM-171 establece especificaciones para el desarrollo de actividades de aprovechamiento no extractivo para la observación y nado con tiburón ballena, relativas a su protección y a la conservación de su hábitat.
El Tiburón Ballena es un pez con longitudes promedio de 10 a 12 metros, pero con tallas máximas registradas de entre 20 metros y 34 toneladas. Se distingue por su cabeza plana, boca larga transversal y coloración de manchas y líneas claras sobre un fondo oscuro.
Este pez, el más grande del mundo, se alimenta por filtración de zooplancton, peces y calamares pequeños, por lo que a pesar de su gran tamaño resulta inofensivo para el ser humano.
Su distribución abarca todos los mares tropicales y templados del mundo. Es una especie que recorre grandes distancias y realiza grandes migraciones en busca de alimento.
La normatividad nacional restringe cualquier actividad que pueda causar molestia, tensión, sufrimiento, traumatismo, dolor o cambios en la conducta natural del tiburón ballena, ya sea directa o indirectamente por medio de terceros o con instrumentos, equipo o embarcaciones.
Fuente: INFOBAE