México creará un grupo técnico que se encargará de dar seguimiento a los efectos secundarios de la vacuna contra la COVID-19 que producirá el Gobierno federal junto a AstraZeneca, Fundación Carlos Slim y Argentina.
José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, explicó que el grupo técnico también se encargará de definir el grupo de la población al que se aplicará la vacuna.
“En su momento, así como se han estado realizando y publicando diferentes lineamientos oficies desde Salud para todos los temas se va a contar con un lineamiento específico que va a cubrir todos los temas de la vacuna, incluido este que tendría que ver con el componente especifico de las pruebas en población mexicana y de resultar positivas, y de mostrar todos los componentes que la vacuna debe de tener desarrollados y probados, poder continuar con las diferentes fases de valoración, aprobación y en su momento, cuando tengamos una vacuna que haya demostrado todo esto, el modelo y la metodología que se utilizará para definir a la población a la que se va a aplicar la misma”, dijo en conferencia desde Palacio Nacional.
El grupo estará conformado por personas expertas en vacunación. “Participan los institutos nacionales de salud, los hospitales de alta especialidad del país, el Centro Nacional para la Infancia y la Adolescencia –que tiene a su cargo el programa de vacunación–, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y actores importantes de la Secretaría de Salud”, detalló el funcionario.
Alomía recodó que hasta el momentos no existe una vacuna que haya demostrado su eficacia para prevenir la COVID-19, por lo que personas expertas necesitarán dar “un seguimiento muy cercano a los diferentes desarrollos” que tenga la vacuna. “Este seguimiento incluye en su momento la valoración de las solicitudes que se tengan de estas empresas de, por ejemplo, poder llevar a cabo estudios en la población en México”, agregó.
Ruud Dobber, miembro del equipo ejecutivo de AstraZeneca, dijo en una entrevista con la agencia Reuters publicada el 31 de julio que la farmacéutica estará exenta de demandas de responsabilidad por los efectos secundarios que puedan tener su vacuna COVID-19.
Esta es una situación única en la que nosotros, como compañía, simplemente no podemos asumir el riesgo si en … cuatro años la vacuna está mostrando efectos secundarios”, expuso el alto ejecutivo de la compañía a la agencia sobre un posible pago de demandas por daños y perjuicios.
La farmacéutica anunció el 12 de agosto que producirá entre 150 y 250 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 junto con México, Argentina y la Fundación Carlos Slim; si los ensayos clínicos son exitosos, iniciará los envíos a América Latina en el primer semestre de 2021.
El Canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón informó el 13 de agosto que en noviembre de este año podría terminar la fase 3 de la vacuna que se considera una de las más avanzadas en el mundo, según los estudios clínicos de los que se disponen.
Es una vacuna que está en fase 3 y se estima que para el mes de noviembre presentarán los resultados de esa fase 3. La 1 y 2, con resultados muy positivos. La fase 3 se presentará en noviembre a las autoridades regulatorias, en el caso de México, a la Cofepris, para su evaluación y autorización. Por los resultados en la fase 1 y 2, tenemos pleno convencimiento de que es una inversión de tiempo y esfuerzo relevante y segura”, afirmó ese día en conferencia matutina.