Poco más de cien personas tuvieron que esperar más de una hora y media para poder abordar una de las embarcaciones que los transportaría hasta la Isla de Contoy, para acompañar a la virgen de la Caridad del Cobre evento que se promovió desde la semana pasada.
La desorganización fue más que evidente, pues el propio párroco de la iglesia al final dudaba hasta en asistir al evento.
Luego de bajarla de su nicho en la iglesia Inmaculada Concepción, los fieles realizaron un recorrido por las diferentes avenidas para concluir en uno de los muelles fiscales, pero los más de 600 asistentes ya habían ocupado las dos embarcaciones con las que dispuso el ayuntamiento para la transportación marítima, esto además de las embarcaciones menores.