Ciudad de México. – Hijo de padres holandeses, Marc Wehmeijer creció en Suiza y renació en México. El extranjero de nacionalidad suiza-holandesa, es uno de los sobrevivientes, del sismo del pasado 19 de septiembre, rescatado de entre los escombros, que ahora también lleva puesto el sombrero mexicano.
¡Viva México!, gracias mexicanos, gracias mexicanos grité con todo lo que pude cuando me rescataron”, recordó el extranjero.
Marc llegó a México hace nueve años, pero nunca tuvo tanto sentido de pertenencia al país donde nacieron sus dos hijas, como hasta ahora, luego de pasar casi tres horas sepultado sin poder moverse entre los escombros del edificio ubicado en la avenida Gabriel Mancera, casi al cruce con Escocia, que se vino abajo.
El cariño y la unidad, el ayudar y el compromiso con la gente, es de verdad sorprendente, nunca hasta ahora, lo había dimensionado. Ya me considero mexicano cuando me pongo el sombrero de mexicano”, expresó.
Apenas el viernes pasado, 17 días después del sismo, Marc dio con Víctor la persona que le salvó la vida, y con quien se encontrará por fin hoy (viernes) por la tarde.
Me buscó por messenger; me dio toda la contraparte de la historia de lo que viví yo y lo que vivió él y coincidía perfectamente. Fue la misma persona que regresó cuatro veces al mismo punto donde estaba enterrado para buscar a gente, increíble, una persona que viene al mismo lugar a buscar personas, por qué regresó y no fue a otro lugar, es impresionante”, detalló.
Como cada martes, el 19 de septiembre, Marc debía pasar por su hija y la de su vecino al Colegio Suizo. Pero ese día su ruta cambió a causa de un leve accidente del microbús en el que viajaba, así que decidió caminar las últimas dos cuadras.
Camino sobre Gabriel Mancera cuando de repente se me caen pedazos de vidrios grandes, a mi mano derecha hay una jardinera, en esos mismos segundos empiezan a caer piedras en mi cabeza, protejo la cabeza y me doy cuenta que es un sismo y tengo que tomar una decisión, si huyo hacia la calle o más bien hacia el edificio y la intuición me hace orientarme hacia el edificio”, narró.
Lo siguiente que Marc recuerda es estar atrapado entre montañas de escombros, en la oscuridad completa, boca abajo, cubriendo su cabeza con sus manos, pero sin poder moverse ni un centímetro.
Lo percibo como una situación de una avalancha, algo de lo cual hablamos mucho en Suiza; y sigue cayendo material encima, lo escucho y pienso ‘esto no era parte del plan’, pero afortunadamente se formó un pequeño hoyo abajo de mi boca, y esto sí me permitió respirar”, explicó.
Después de dos horas, Víctor, que regresó cuatro veces al mismo punto en busca de una esperanza de vida, pudo oírlo.
Yo pude mover un poco mis dedos y entonces siento que eso motivó mucho a la persona que me estaba sacando y empezó a rasgar, a sacar cascajo”, manifestó.
El rescate de Marc duró unos 40 o 45 minutos en medio del aplauso y la euforia de la gente: “La gente en la calle cuando me cargaban a la ambulancia estaba gritando, aplaudiendo, esto fue impresionante. Lo interpreto como una emoción de un profundo agradecimiento”, dijo.