De regreso en su casa en Nashville, en el estado de Tennessee, Tirado asegura en entrevista con Efe que el daño permanente que sufrió no es responsabilidad de una persona en particular sino de un sistema que es discrecional y «permite a la Policía disparar impulsada por el racismo y atacar a las multitudes y a los periodistas, sin rendir cuentas”.
“Tienes que estar ciego para no ver el racismo. Hace tres o cuatro semanas vimos protestas de blancos que pedían reabrir los estados y nadie vio que arrojaran gases, pero en la protesta por la muerte de un hombre negro llaman a la Guardia Nacional”, señala.
En su opinión, Estados Unidos ha estado en este camino desde hace años, pero la retórica del presidente Donald Trump ha exacerbado la situación.
“Que si algunos mexicanos no son buenas personas, la prensa es el enemigo de la libertad o los negros son vándalos. No puedes escuchar eso durante años y no pensar que no se llegará a algo así como lo que vemos hoy”, recalca.