Isla Mujeres. –Raíces mayas, conquistadores españoles, esclavitud, lucha, mestizaje, pescadores y el turismo han dejado, dejan y dejarán su marca en este suelo.
Desde el nombramiento de este territorio mágico como Isla Mujeres en 1517, se produce la profanación de la cultura maya, seguido por el abandono de la región por parte de la Nueva España, el aprovechamiento de piratas, el asentamiento de los pescadores cubanos y la actualidad que avanza con el turismo como actividad primaria, Fidel Villanueva Madrid reconocido y destacado cronista e historiador de nuestra Isla, resumió estas 50 décadas de vida.
Se cumplen 500 años de haberse acuñado el nombre de Isla Mujeres, pues no existe un nombre prehispánico de la Isla. Los españoles la llamaron así por la cantidad de ídolos de mujeres que encontraron aquí”.
“Aunque no nos guste, tenemos sangre española y somos producto del encuentro entre dos culturas. Aquí los españoles mezclaron su sangre con los mayas dando inicio a una nueva raza que es la nuestra. Eso es lo que como historiador creo que se debe celebrar, el nacimiento de la raza mestiza” agregó.
Su relato continuó enfocado en la conquista y lo que a muchos hoy les genera, “Hay un sentimiento generalizado contra todo lo español porque se privilegia lo nativo. Se siente que con el descubrimiento se atropelló una cultura y se la humilló en todos los sentidos, pero entorno a esto hay otras connotaciones. Es el caso de la religión con toda la influencia que tiene sobre nuestra cultura religiosa como país. El catolicismo generó usos, costumbres y creencias las cuales sentimos como propias por que realmente lo son”.
En referencia a esto explicó que aquí en Isla Mujeres nace la Iglesia Católica de México pues los primeros bautizados en la Fe de Cristo fueron los indios llamados Julián y Melchor. También aclaró que de aquellas épocas esta la clara referencia de Boca Iglesia, tal vez un de las iglesias mas antiguas de la región.
Con respecto al transcurrir de la historia y los años resumió, “Estas tierras quedaron en el abandono durante la época de la colonia, un abandono que el propio gobierno de Nueva España generó. Así fue que el litoral y las costas quedaron en manos de pescadores que venían de Cuba, de los negros cimarrones que escapados de las plantaciones llegaban a estas tierras a esconderse de la esclavitud, también fue territorio de piratas y corsarios franceses e ingleses que aprovecharon la ubicación estratégica de la Isla y así asaltaron flotas con productos de toda clase. Isla Mujeres servía también como reparo de navegantes que debían aliviar sus embarcaciones que encontraban dificultades en averías o mal clima, sobre todo las que se acercaban desde el golfo dulce de Honduras”.
Centrándonos en los pescadores, se sabe que llegaron desde Cuba durante tres siglos en busca de meros, tortugas y esponjas, hasta que consumada la Independencia de México y la consecuente expulsión de los piratas por la guerra de castas, se fundó en 1850 el primer pueblo en la parte norte de Isla Mujeres con el nombre de Pueblo Dolores.
Nace de esta manera un poblado con una cultura pesquera que tanto brillo y prestigio le supo dar a la Isla, actividad que ya los Mayas habían iniciado. Muchos de los mexicanos que llegaron escapados de las guerras en la parte continental que eran agricultores gracias a los cubanos aprendieron a convivir con el mar”.
Así lo explicó Villanueva Madrid, quien a pesar de narrar aquellos años con notable pasión, hizo puntual referencia a la actualidad y aseguró, “La actividad del turismo llega entre 1971 y 1974 a partir de la carretera que llega de Yucatán a Puerto Juárez la cual trajo turismo regional a Isla Mujeres, debido a esta conexión y posicionamiento de la ínsula como punto de recreación y turismo, la pesca comienza a decaer como actividad primaria y si bien en la actualidad se sigue pescando ya no hay recursos como antes”.
Para concluir el autor de los tres tomos de Isla Mujeres a través del tiempo subrayó, “Debe ser una fecha que nos obligue a reflexionar. Nuestra raza mestiza no existía, mas bien surge a partir del encuentro de mayas y españoles. Hagamos un balance sobre nuestras creencias y costumbres, pero ante todo debemos pensar en nuestra identidad. En este mundo tan globalizado lo único que realmente es propio es la identidad cultural de nuestra raza.