Cancún, Q. Roo.- Mientras la alcaldesa de Benito Juárez e imagen de «lo más barato de Cancún», Mara Lezama se divertía en la Ciudad de México, festejando el primer aniversario de AMLO como presidente, en este destino turístico delincuentes atracaban a punta de pistola a familias que convivían en un céntrico restaurante, donde un conocido entrenador de atletas fue baleado por defender a su hija, ya que uno de los ladrones le apuntó en la cabeza, además de atentar contra la fuente de empleo de varias familias.
Fue el domingo por la tarde cuando se reportó al número de emergencias 911, que en la marisquería «Sí cómo no», ubicada en la Supermanzana 62, calle 43, sujetos armados habían ingresado amenazando a los clientes, entre ellos mujeres y niños, disparando contra dos hombres.
Más tarde trascendió que uno de los baleados es un conocido entrenador de taekwondo, quien estaba comiendo junto a su esposa y dos hijas en la marisquería -a unos pasos de la avenida Chichén Itzá, donde se ubica la agencia de motocicletas Yamaha y las oficinas de Telcel, frente a la avenida Tankah-, cuando hombres con acento colombiano (o latinoamericano) ingresaron al restaurante con pistolas en la mano.
Los sujetos apuntaron a los comensales y les exigieron sus bolsas, carteras, celulares y joyería, pero uno de ellos sin importarle la presencia de infantes, apuntó la cabeza de una de las hijas del entrenador, quien se puso de pie para evitar que el delincuente asesinara a su progenitora, lo que el cobarde ladrón vio como una «amenaza» y a quemarropa le disparó en la pierna al padre de familia. Además, otro hombre también recibió un balazo de los delincuentes.
Ya con el botín en sus manos, los delincuentes salieron del restaurante y se subieron a un vehículo donde los espera un cómplice con el motor encendido, logrando escapar con total impunidad, pese a que en la ciudad opera el llamado Mando Único, que dirige Alberto Capella, Secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, tarea que le quitó de las manos a la alcaldesa Mara Lezama, quien se limita a responder que la seguridad de los cancunenses no está en sus manos, y es que hasta sus conocidos empresarios han sido víctimas de la delincuencia.
Por ahora, la familia del entrenador, al igual que otras que han sido víctimas de ladrones, pidieron oraciones por la pronta recuperación de su padre y agradecen que nos les pasara nada más grave, cuando lo único que hicieron como habitantes de esta ciudad, fue salir a convivir en familia; mientras el restaurante, sustento de sus propietarios y empleados, permanece cerrado por la inseguridad que se vive todos los días en este destino turístico.