Cancún, Q. Roo.- Este jueves, una huérfana de progenitora tuvo la cobardía de arrojar a su bebé recién nacido este jueves santo entre matorrales de un predio en la Región 236.
Fue gracias a una llamada anónima al número de emergencia que se dio parte a los elementos de Seguridad Pública que en atrás de la escuela José Martí, en la Región 236, manzana 12, cerca de la avenida Niños Héroes, se escuchaba el llanto de un bebé.
Pero grande fue la sorpresa para los policías, ya que en el lugar estaba un bebé con el cordón umbilical recién cortado, pero sin rastro de quién lo arrojó a la intemperie sin importarle las altas temperaturas que hoy prevalecen en esta ciudad.
Minutos después arribaron paramédicos de la Cruz Roja para valorar al infante que habría nacido ayer miércoles, y después trasladarlo al Hospital General donde la atención se concentran en pacientes con otros males; sin embargo, el estado de salud del recién nacido se reporta estable.