Tras denunciar hostigamiento y mientras preparan el informe final, los integrantes del GIEI, que investigan el caso Ayotzinapa, recibieron mensajes con links maliciosos que escondían al software Pegasus.
CIUDAD DE MÉXICO.- Los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que investigan el caso Ayotzinapa, fueron blanco de intentos de espionaje a través de enlaces maliciosos con el software Pegasus que fue vendida al Gobierno mexicano, según publicó este lunes en su portada el diario The New York Times.
El espionaje, agrega el artículo, forma parte de lo que los investigadores califican como una campaña de acoso e interferencia que, acusan, obstaculizó sus indagatorias sobre el caso de 43 estudiantes que desaparecieron tras enfrentamientos con la policía en septiembre de 2014.
«Los investigadores dicen que se toparon con muchos obstáculos en su trato con el gobierno mexicano, como el rechazo a compartir documentos o permitir la realización de entrevistas clave e, incluso, con una indagatoria penal en represalia a su trabajo».
El diario cita el informe del Citizen Lab publicado en su portal, que señala que los expertos que investigaban la desaparición de los 43 normalistas de Ayotizanapa, fueron espiados durante un periodo en el que enfrentaban hostigamiento y habían criticado al Gobierno mexicano por obstaculizar la indagatoria.
En ese momento, añade el análisis, los integrantes del GIEI preparaban el informe final de su investigación; el 21 de febrero del 2016 acusó de obstrucción al Gobierno y a la Procuraduría General de la República.
Para el 1 de marzo, llegó el primer intento de infección a uno celular de uno de los integrantes; el segundo intento se dio el el 4 de marzo. El GIEI publicó su informe final el 24 de abril de 2016.
«Los intentos de infección estaban claramente destinados a comprometer la privacidad e integridad del proceso de investigación de GIEI. Se especula que los operadores detrás de estos intentos pueden haber intentado aprender las teorías, las fuentes y el contenido de la investigación a medida que se preparaba el informe final», indica el informe.
El GIEI fue creado, por acuerdo entre el Gobierno de México y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), para investigar la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural ‘Raúl Isidro Burgos’, la noche del 27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero.
El GIEI denunció la semana pasada la posibilidad de ser blanco de espionaje, a través de una carta, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), previo a las audiencias de México, en el 163 Periodo de Sesiones del organismo.
Una investigación hecha por The New York Times y analistas forenses determinaron que el software ha sido empleado contra académicos, abogados, periodistas y sus familiares, incluido un adolescente. Entre ellos, Mario Patrón, integrante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y cercano a los padres de los 43.
El gobierno ha negado ser responsable del espionaje, al afirmar que no hay huellas que dejen saber exactamente quién intervino un teléfono con Pegasus. Aunque ha prometido una investigación a fondo.