Luisa Ortega dijo que el mandatario podría ser dueño de una compañía contratada por el Estado para distribuir las despensas
BRASILIA.- La exfiscal venezolana Luisa Ortega, quien huye de su país tras ser perseguida por el gobierno de Nicolás Maduro, dijo que el mandatario venezolano sería el dueño de una empresa mexicana contratada por el Estado para distribuir las despensas del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Tenemos investigación de las bolsas de alimento que se entregan en Venezuela, los CLAP. Una empresa mexicana registrada a nombre de dos personas. Compañía que se presume que es de Nicolás Maduro, cuyos propietarios son Rodolfo Reyes, Álvaro Pulido Vargas y Alex Saab”, detalló Ortega, según el sitio web del diario venezolano El Nacional.
Hace más de un año, el Presidente venezolano echó a andar en los 24 estados de Venezuela su programa estrella de despensas CLAP. Con éste apostaba comercializar los productos básicos que tanto escasean en los supermercados venezolanos.
“CORRUPCIÓN DESMEDIDA”
Ortega atribuyó su destitución y la persecución política “al afán de esconder los hechos de corrupción de los que tiene muchas pruebas” y a las investigaciones que adelantaba sobre los sobornos pagados por la constructora Odebrecht a varias autoridades.
Tengo pruebas en el caso Odebrecht que comprometen a Maduro, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez y otros”, manifestó Ortega en la ceremonia de apertura de una reunión de fiscales de los países del Mercosur en Brasilia, donde dijo que quería denunciar ante el mundo la situación de “corrupción desmedida” en Venezuela.
Estas pruebas que tenemos se las voy a entregar a las autoridades de distintos países, como Estados Unidos, Colombia y España, para que se investiguen, porque en Venezuela no hay justicia, en Venezuela es imposible que se investigue cualquier hecho de corrupción o de narcotráfico, y, en consecuencia, la comunidad internacional tiene que investigar estos casos”, agregó.
Ortega también arremetió contra la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, que la destituyó, y subrayó que su despido se hizo a “espaldas del pueblo” para arremeter contra el Ministerio Público y contra las demás instituciones que aún eran independientes.
Esta Constituyente tiene facultades para imputar, para perseguir, para condenar, para, como una inquisición, tomar decisiones y condenar a cualquier ciudadano que constituya un adversario político”, afirmó.
Ortega aprovechó el foro multinacional para solicitar a los países de la región y a los organismos internacionales que le exijan a Venezuela que respete la Constitución y derogue una Constituyente con superpoderes pese a que fue elegida con “menos de 2 millones de votos y en medio de denuncias de fraude”.
A su juicio, lo más grave es que la situación de Venezuela amenaza a otros países de la región.
En Venezuela lo que ha ocurrido es la muerte del derecho. La estabilidad de la región está en peligro. Lo que ocurre en Venezuela puede permear a toda la región”, afirmó en la apertura de la XXII Reunión Especializada de Ministerios Públicos del Mercosur (REMPM), donde fue tratada como la “fiscal legítima” de Venezuela.
Sobre su futuro, dijo que regresará a Colombia para evaluar la oferta que recibió de asilo político, pero que su intención es recorrer el mundo para denunciar lo que pasa en Venezuela, desde las violaciones de derechos humanos hasta una corrupción que “ha traído consigo otros problemas, ya que impide que el venezolano tenga acceso a alimentos, a salud a los medicamentos más básicos”.
Ortega señaló que, tras ser ilegítimamente destituida por investigar la corrupción en Venezuela, fue sustituida por un fiscal con seis investigaciones abiertas.
Afirmó que los seis expedientes contra el nuevo fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, están relacionados con el desfalco a la estatal petrolera PDVSA y que no servirá de nada archivar los procesos y esconder las pruebas porque tiene en su poder copias certificadas de los documentos comprometedores.
Carece de toda validez lo que pueda decir una exfiscal general que en casi diez años no impulsó ninguna acción contra ninguno de los personeros de los cuales ella ahora habla”, declaró Saab en rueda de prensa.
EL NEGOCIO REDONDO DE NICOLÁS MADURO
El 1 de agosto fue portada de Excélsior que el gobierno de Nicolás Maduro hacía negocio redondo con despensas que compra en México para venderlas 112% más caras a los pobres de su país.
De acuerdo con el mexicano Sistema de Información Arancelaria Vía Internet, el gobierno sudamericano pagó a empresas que operan en México 16 dólares por 11 productos básicos que después revendió en paquetes a un costo de 34 dólares.
Hace poco más de un año, Maduro echó a andar su programa de despensas llamado Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), con el fin de frenar la escasez de comida, acabar con intermediarios y eliminar el mercado negro de alimentos en las zonas más marginales del país sudamericano.
ALERTA DE PELIGRO EN LA REGIÓN
El colapso de Venezuela pone en peligro al Hemisferio Occidental porque propicia el narcotráfico y la migración ilegal, dijo el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en un discurso ayer ante la comunidad venezolana en Miami.
Como dice el presidente (Donald) Trump, una Venezuela estable y pacífica está en el mejor interés del hemisferio”, declaró el funcionario ante unas 600 personas en una iglesia católica en el Doral, el bastión del exilio venezolano en Miami.
Para el vicepresidente “el colapso de Venezuela nos afectará a todos. Traerá más narcotráfico con sus asesinas consecuencias (y) traerá más migración ilegal”, un fenómeno contra el que Trump ha prometido mano dura.
El colapso de Venezuela pondrá en peligro a todos los que consideramos el Hemisferio Occidental nuestro hogar. No permitiremos que eso suceda. Todos vivimos en el mismo vecindario”, añadió Pence, quien hablaba bajo un Cristo crucificado y era interrumpido con cantos de “¡Libertad! ¡Libertad!”.
El vicepresidente regresó la semana pasada de una gira por Colombia, Argentina, Chile y Panamá, en la que el tema venezolano dominó las conversaciones.
En Miami, prometió “continuar trabajando con los socios de la región” para exigir la libertad de opositores presos en Venezuela y el respeto a los derechos humanos. Pero no asomó la posibilidad de una acción militar, un fantasma que ha sido evocado por Trump. Insistió en que cualquier decisión se tomará junto a sus aliados de la región, aunque no refirió medidas concretas.
Según datos de 2015 de la oficina del censo, unos 273 mil venezolanos viven en Estados Unidos. De ellos, casi la mitad (126 mil) residen en Florida; particularmente en Miami.
Trabajando con nuestros aliados latinoamericanos, Estados Unidos enfrentará y derrotará a todos los que se atrevan a amenazar nuestro bienestar”, dijo.
También hablaron el senador Marco Rubio y el gobernador de Florida, Rick Scott, quien reiteró su promesa de prohibir a las empresas de este estado del sureste hacer negocios con empresas venezolanas. Asistieron además al encuentro personajes emblemáticos del exilio venezolano como el exalcalde de Chacao, Ramón Muchacho y el director político del partido Voluntad Popular, Carlos Vecchio.
Muchacho, quien se exilió en Miami hace poco más de una semana tras ser destituido y condenado a 15 meses de cárcel por no impedir bloqueos de vías durante las protestas recientes, dijo que “todas las opciones tienen que estar sobre la mesa”.
Esta es una oportunidad para que los venezolanos de fuera podamos decirle al vicepresidente que Venezuela es una dictadura, que no hay salida democrática, que necesitamos ayuda internacional y contundente”.
Sumida en una grave escasez de alimentos y medicinas, Venezuela padeció una oleada de protestas que dejó 125 muertos entre abril y julio.
Fuente: Excelsior