El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concretó su amenaza y ayer firmó la aplicación de un arancel de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio. Pero en un cambio respecto de los planes recientes, Trump eximirá a Canadá y México de los aranceles y permitirá que otros aliados de EU soliciten exenciones similares.
El mandatario vinculó la aplicación de aranceles con el TLCAN, y dice que la implementación de aranceles para México y Canadá depende de si el pacto comercial se renegocia. “Si llegamos a un acuerdo, lo más probable es que no les cobremos esos aranceles a esos dos países”.
Bajo ninguna circunstancia seremos sometidos a algún tipo de presión”, aseguró ayer el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, desde Santiago de Chile. En la misma ciudad el ministro de Comercio de Canadá, François-Philippe Champagne reiteró que no aceptará ni aranceles ni cuotas a la producción de su país, el principal exportador de acero para el mercado estadunidense.
LAS CIFRAS
EU es el mayor importador de acero del mundo y las importaciones de productos de acero ascendieron a 32.2 millones de toneladas durante enero-noviembre de 2017, equivalentes a 26 mil 985.3 millones de dólares, establece un análisis de Santander.
Sin embargo, en términos de valor, las importaciones de acero representaron solamente 1% del total de bienes importados a EU en 2016.
Las importaciones de acero por país en términos porcentuales se distribuyen de la siguiente forma: Canadá 26.1%, Corea 9.7%, México 8.6%, Brasil 8.3%, Alemania 6.2%, Japón 5.7%, Rusia 5.0%, Turquía 4.3%, China 3.3% y otros 22.9 por ciento.
EFECTOS
Trump dijo que con la decisión cumple una promesa de campaña. La medida podría desatar una guerra comercial que Trump confía ganar.
Se estima que la medida afecte de forma importante a los fabricantes de automóviles en EU.
El mandatario dijo ayer que “una industria sólida de acero y aluminio es vital para nuestra seguridad nacional”, señalando que las importaciones extranjeras y el dumping (vender un producto por debajo de su precio normal o su costo de producción) han llevado a “cerrar plantas y fábricas” y el despido de” millones de trabajadores”.
Esto no es sólo un desastre económico, sino que es un desastre de seguridad que queremos construir nuestros barcos y aviones… con acero y aluminio de nuestro país”, destacó el magnate.
Dirigentes gubernamentales de diferentes países criticaron la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de fijar aranceles de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio.
El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Taro Kono, dijo que “la medida podría tener un grave impacto en la relación económica entre el país y de Estados Unidos (…) y también en la economía global”, dijo, que calificó la decisión como “lamentable”.
Los ministros brasileños de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, y de Industria y Comercio Exterior, Marcos Jorge, expusieron que “Brasil reafirma que recurrirá a todas las acciones necesarias, en los ámbitos bilateral y multilateral para preservar sus derechos e intereses”.
Dijeron que la medida “causará graves perjuicios a las exportaciones brasileñas y tendrá un significativo impacto negativo en los flujos del comercio bilateral (…) y en las relaciones comerciales y de inversiones entre ambos”.
El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, expresó también que su país “lamenta” los anuncios efectuados por Donald Trump. “Una guerra comercial sólo va a dejar perdedores. Con nuestros socios europeos vamos a evaluar las consecuencias sobre nuestras industrias y nuestra respuesta”, dijo.
El ministro de Comercio británico, Liam Fox, dijo que EU aborda los temas comerciales es “incorrecto”.