Las Vegas, Estados Unidos.- El pesaje entre Saúl Álvarez y Daniel Jacobs estuvo muy calientito.
Luego de librar la báscula, tras las 159.5 libras del mexicano y las 160 del estadounidense, ambos peleadores se encararon y llegaron al contacto físico.
Cuando estaban cara a cara, las frentes chocaron y dieron paso a los manoteos. También intercambiaron palabras y las declaraciones de “Canelo” dejaron muy claro que estaba enojado.
Tiene miedo, es miedo. Lo voy a decir en ‘mexicano’ para que todos entiendan: que chingue a su madre», dijo el peleador nacional.
No me gusta dejarme de nadie, mañana es cuando se ve todo. Mañana va a ganar el mejor”.
Fuente: Debate