Cancún. – La Diócesis de Cancún-Chetumal emitió un comunicado este miércoles para dar a conocer las directrices que tomarán a raíz de las recomendaciones hechas por el gobierno para evitar la propagación del Coronavirus (Covid-19).
En el escrito donde se enumeran 10 puntos en donde se establece entre otras cosas la cancelación de todas las reuniones de retiros, conferencias, misiones, viacrucis y catecismos.
“Como todos sabemos la pandemia del coronavirus sigue avanzando en el mundo. Es necesario en éste momento crucial que como Iglesia local tomemos las oportunas medidas preventivas con plena responsabilidad, con un gran sentido de solidaridad y sobre todo con mucha fe en Dios Padre misericordioso y providente”
Los puntos son los siguientes:
- Asumimos con profundo sentido eclesial, las directrices que la Conferencia del Episcopado Mexicano ha hecho llegar a través de su comunicado del pasado 16 de marzo del 2020: Protocolo Núm. 21/20.
- A partir de éste viernes 20 de marzo nos vemos en la penosa necesidad de suspender la celebración de la santa misa en toda la diócesis con asistencia del pueblo. Así mismo SE suspenderán todas las reuniones de retiros, conferencias, misiones, viacrucis y catecismo. Todos los fieles quedan exentos temporalmente del deber de participar en la santa misa dominical.
- Pido a todos los párrocos y sacerdotes continuar celebrando la misa en privado y hacer todo lo posible para que la Eucaristía sean transmitida por las plataformas digitales y los medios de comunicación públicos y privados, de modo que los fieles puedan unirse espiritualmente a los misterios de la fe.
- Como Pastor de esta Iglesia particular me uniré con mis sacerdotes en la transmisión de la celebración de la Eucaristía, en el siguiente horario: los domingos por la televisora TVCUN a las 11 de la mañana y por facebook se transmitirá a las 12:00 del día desde la Catedral de la Santísima Trinidad y diariamente por televisa a las 7:00 am.
- Todas las Iglesias seguirán abiertas como ordinariamente, para que todos puedan recurrir a hacer oración personal a lo largo del día.
- Como hombres de fe, debemos intensificar la oración en éste momento crítico de pandemia que vivimos en el mundo y en nuestro país. Por lo cual invito a todos los padres de familia a convertir su casa en una Iglesia doméstica donde puedan unirse como familia y pasar más tiempo en oración y reflexión; leyendo la Palabra de Dios, meditando los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, rezando el santo rosario, haciendo el viacrucis o viendo juntos una buena película bíblica.
- En cuanto a las ceremonias especiales (matrimonios, xv años, bautizos), los párrocos deberán dialogar con los interesados para ver la posibilidad de posponer dichas celebraciones o celebrarlas en privado con las debidas precauciones.
- Los sacerdotes deberán estar disponibles para la atención espiritual de sus fieles y también para la atención espiritual de los enfermos que lo requieran con las debidas precauciones.
- A todos los fieles les invito a intensificar nuestra vida de oración, en éste desierto de la cuaresma, siguiendo la celebración de la santa misa por las plataformas digitales y ofrecer oraciones y sacrificios por la salud de los enfermos, por sus familias y por todos los profesionales de la salud.
- Como dice el apóstol Santiago: “¿Está enfermo alguno de ustedes? que llame a los presbíteros de la Iglesia para que oren por él y lo unjan con el óleo en el nombre del Señor. La oración de la fe salvará al enfermo” (Santiago 5,14). Invito a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos que se recojan en actitud de oración de corazón y meditación de la Palabra de Dios, para pedir al Señor que nos conceda vivir con espíritu de fortaleza, de fe y confianza sobrenatural, estos momentos críticos y delicados, tratando de captar el mensaje que el Señor nos quiera transmitir a través de estos acontecimientos. De manera especial invito a las religiosas contemplativas, que intensifiquen su adoración eucarística en sus conventos para que Dios nos conceda la salud y la paz en nuestras comunidades.
Al final se despide el obispo de Cancún, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.