Los cubanos votan hoy a los 605 diputados de la Asamblea Nacional, de entre quienes, en abril, saldrá el sucesor del presidente Raúl Castro. El nombre que más suena en la isla es el de Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente
El presidente de Cuba, Raúl Castro, de 86 años, allanó el terreno para que alguien sin el linaje Castro se siente al timón de la isla tras casi 60 años de estar gobernada por los íconos de la Revolución.
Y es que Raúl, quien asumió la Presidencia en 2008 por enfermedad de su hermano Fidel, cumplió su promesa de gobernar sólo durante dos legislaturas. Por eso, hoy ocho millones de cubanos están llamados a votar a delegados de las 15 provincias y a los diputados de la Asamblea Nacional (605), quienes elegirán el próximo 19 de abril al vicepresidente y al sucesor del Presidente.
Un 50% de las candidaturas fueron propuestas por delegados municipales electos y las restantes, por organizaciones sindicales, estudiantiles y femeninas, según Granma, el diario oficial del Partido
Comunista (PCC), el único legal en la isla, que no propone a candidatos, pero sí supervisa el proceso.
POSIBLE SUCESOR
El nombre que retumba en los oídos de los ciudadanos para tomar el relevo de Raúl es Miguel Díaz-Canel, de 57 años y vicepresidente primero del Consejo de Estado. Previamente lideró la Cartera de Educación Superior y fue dirigente del Partido Comunista en las provincias de Villa Clara y Holguín.
Si bien Raúl Castro buscó a un personaje de muy bajo perfil para sucederlo, también lo ha ido preparando. Que Díaz-Canel haya viajado a Corea del Norte para visitar al líder Kim Jong-Un, a Rusia a ver al presidente Vladimir Putin, o se haya sentado en la misma mesa con Raúl y Barack Obama en la visita que hizo éste último a la isla es un claro mensaje de que Díaz-Canel es el elegido”, dijo a Excélsior el internacionalista y experto en campañas electorales, Orlando Goncalves.
En la misma línea, Arturo López-Levy, coautor del libro Raul Castro and the New Cuba, señaló a este diario que Díaz-Canel va a ser el próximo presidente del Consejo de Estado, pues “el gobierno cubano no tiene mucho espacio, salvo que aparezca un video de éste mostrando servidumbre a Donald Trump, algo que no va a suceder”.
El líder del Consejo de Estado, además de ser jefe de Gobierno, lidera el Consejo de Ministros y dirige a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), según la Constitución establecida en 1976.
El cambio de mando estaba previsto para el 20 de febrero, pero Raúl lo vio precipitado después del devastador paso por la isla del huracán Irma el pasado septiembre, que dejó pérdidas de unos 13 mil millones de dólares, según informó el ministro de Economía y Planificación, Ricardo Cabrisas.
Además de Díaz-Canel, otras figuras que podrían ocupar cargos en el nuevo gobierno son el canciller, Bruno Rodríguez; el ministro de las FAR, Leopoldo Cintra Frías; o la secretaria del Partido Comunista en la Habana, Mercedes López Acea, entre otros.
No obstante, López-Levy subrayó que es un error pensar que el nuevo Presidente va a reemplazar el modelo de Fidel Castro (fallecido en noviembre de 2016) al timón. “Nadie, ni el propio Raúl, ha llenado los zapatos de un líder continental de izquierda como lo era Fidel. No hay una figura de esa estatura a la cual el liderazgo cubano pueda arrimarse”, destacó el también catedrático de la Universidad de Texas y añadió que por tanto, “habrá una reducción en el tamaño de la envergadura política de Cuba en el plano internacional”.
LOS RETOS
De hecho, según López-Levy, uno de los desafíos en el ámbito global que deberá enfrentar el nuevo Presidente es “su eficiencia resistiendo a la política de corte imperial estadunidense” del gobierno de Donald Trump, quien trata de borrar los vestigios de su antecesor Barack Obama, impulsor del deshielo entre La Habana y Washington en 2014, tras más de cinco décadas de hostilidad y un embargo económico muy pesado sobre los hombros de la isla caribeña. En noviembre pasado, la Administración Trump impuso nuevas sanciones
contra Cuba (restricciones de viajes y comercio).
En el terreno económico, el sucesor de Raúl tendrá que caminar hacia una economía mixta promoviendo una mejor integración de los sectores estatal y no estatal y alcanzando una unificación monetaria, sostuvo el experto en política cubana.
La isla caribeña cerró el 2017 con un ligero crecimiento económico de 1.6%, admitió el propio gobierno. Todo ello aunado a que su mayor aliado, Venezuela, padece una severa crisis (política, económica y social), lo que redujo notablemente los envíos de crudo a Cuba. A su vez, apuntó Levy, el nuevo dirigente deberá lidiar con una mayor pluralización de la sociedad donde la Iglesia ha ido ganando terreno.
“CONDUCCIÓN” LIMITADA
Y en cuanto al margen de maniobra que podrá tener el próximo mandamás de la isla –teniendo en cuenta que Raúl seguirá al frente del Partido
Comunista hasta 2021– el
catedrático indicó que éste le dejará un espacio sustantivo para que maneje el gobierno, y lo va a apoyar para que consolide su posición con los líderes partidistas y con el alto mando militar.
“Raúl va a seguir siendo el líder natural de las Fuerzas Armadas, donde fue ministro durante 49 años (1959-2008) y habrá, por tanto, una transferencia paulatina de poder hacia la nueva generación”, dijo el politólogo. De hecho, si Díaz-Canel se alza con la Presidencia en abril, será la primera vez que un civil dirige las FAR en la historia de Cuba.
Por su parte, Goncalves, manifestó que “por el muy bajo perfil de Díaz-Canel, y por el hecho de que Alejandro Castro Espín (hijo de Raúl) sigue oculto en las entrañas del aparato de seguridad, defensa y espionaje de Cuba, difícilmente podrá Díaz-Canel dar un paso sin la debida supervisión y seguimiento del aparataje de seguridad y espionaje del régimen”.
En este sentido, ambos expertos coinciden en que la apertura a la democracia no será posible de momento. “La élite política actual no va a cometer un suicidio político y menos en las condiciones de hostilidad que mantiene el gobierno estadunidense hacia Cuba”, dijo Levy.
A primera vista no se percibe un cambio. Sin embargo, el mundo evoluciona y más temprano que tarde Raúl Castro morirá, por ley de vida, y Díaz-Canel será el primer dirigente nacido en la Revolución que asuma un cargo de relevancia. Así que, los dinosaurios de la Revolución van desapareciendo y quizá eso contribuya (en un futuro) a que se generen cambios”, sentenció Goncalves.