Cancún, Q. Roo.- El preso ejecutado en la clínica Playamed, Alfonso Enrique Contreras Espinoza, alias “El Poncho”, usaba el lugar para distribuir droga, según las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado, ya que fue hallado entre sus posesiones y zonas de cuarto número 17, droga y una báscula gramera.
Después de la artera ejecución de “El Poncho” la noche del domingo en el interior de la clínica particular Playamed, donde también fue asesinada de un balazo su esposa, los ministeriales y peritos aseguraron las cámaras de seguridad, ya que en la búsqueda de evidencias se hallaron indicios de droga.
Trascendió que Alfonso Enrique Contreras Espinoza a la hora de su ejecución vestía un bóxer gris, short azul marino y calcetines negros, pero en el área genital se le encontró un celular y una hoja con nombres y números telefónicos.
Además, los peritos en el Servicio Médico Forense (Semefo) hallaron bajo las vendas del muslo derecho una bolsa con cocaína; de igual manera en el interior de un contacto de luz se encontraba una bolsa con fragmentos de crack y una bolsa con cocaína.
También se halló atrás de en un cuadro pegado a la pared una báscula gramera digital; en el interior de un sillón dentro de la habitación un disco duro de computadora, y escondido detrás del sillón unas libretas y documentos diversos a nombre de Alfonso Enrique Contreras Espinoza.
En la revisión de las pertenecías de la esposa del narcotraficante y presunto líder del Cártel del Golfo, los peritos encontraron dos celulares y una cartera con diferentes tarjetas bancarias a nombre de Nataly Guadalupe Díaz Peña. De igual forma se localizó un chip de celular, una tarjeta de memoria USB y una laptop.
Según reveló la necropsia, “El Poncho” presentaba cinco impactos de bala en la cabeza, abdomen y un hombro; mientras su mujer solo un disparo en la cabeza. En el lugar se encontraron tres ojivas metálicas y tres casquillos calibre .9 milímetros.
Cabe señalar que el reo estaba internado en la clínica particular, según comentó el alcaide del Cereso de Cancún, Jorge Adrián López Valenzuela, porque estaba lesionado de una pierna y contaba con un seguro médico; además que estaba custodiado por un solo guardia, quien fue amarrado por los sicarios que mataron a “El Poncho”.