Isla Mujeres. – Náuticos permisionarios del Tiburón Ballena de Isla Mujeres levantaron la voz, pues aseguran que ante la poca vigilancia que ahora existe ante la contingencia por el Covid-19, existen embarcaciones de Cancún que llegan violando todos los protocolos de seguridad y además sin los permisos para realizar la actividad.
Los permisionarios de Isla Mujeres que realizan la actividad habrían presentado desde ayer la denuncia correspondiente ante la Reserva de la Biosfera del Tiburón Ballena.
Uno de los náuticos de Isla Mujeres que solicitó el anonimato, explicó que embarcaciones como este yate de nombre “Shark” han estado frecuentando la zona del avistamiento, pero ahora en cuarentena ha sido más evidente.
Los náuticos aseguran que esta situación cada vez es más recurrente por ello se cree que existe ya una complicidad con las autoridades (capitanía de puerto) pues resulta extraño que mientras a los permisionarios se les exige y se les monitorea por todo, a los de Cancún no hay nadie que les diga nada.
Explicaron que hace un par de días llegó con un grupo de turistas y aun cuando se le invitó a salirse de la zona, este no le importó y se echaron al mar.
Lo grave es que según los permisionarios, muchas veces son los mismos dueños de los yates quienes llegan con sus familias a realizar la actividad sin ningún cuidado para la especie.
De hecho, han registrado en video que no respetan al animal, pues buscan siempre el contacto cuando en realidad está prohibido.
El que denuncia dijo que es importante que las autoridades sancionen al capitán del yate y prohiban regresar a la práctica de esta actividad a esta embarcación.
Hay que recordar que para poder contar con un permiso para la práctica de esta actividad es necesario tomar cursos además de que la embarcación debe contar con ciertas especificaciones.
Quienes se dedican a esta actividad explican que es necesario meter en cintura a estos náuticos y dueños de estos yates, pues por ellos podría haber restricciones para la realización de la actividad, una actividad que es muy cuidada por cientos de náuticos de Isla Mujeres y Holbox.