Cancún, Q. Roo.- El “Rey de los Deportes” está de fiesta luego de que hoy el Estadio Beto Ávila de Cancún, casa del
doce veces campeón, Tigres de Quintana Roo está de manteles largos al celebrar, su trigésimo séptimo aniversario desde su inauguración el 23 de noviembre de 1980.
El Beto Ávila ubicado en la Supermanzana 21, fue edificado durante la administración de Felipe Amaro Santana al frente del municipio de Benito Juárez (1978-1981) y en desde ese momento es nombrado así en honor al beisbolista veracruzano Roberto “Beto” Ávila.
Después de su inauguración que corrió a cargo del mismo “Beto” Ávila, primer campeón bateador latinoamericano en Grandes Ligas, al promediar .341 en 1954 jugando para los Indios de Cleveland, se comenzó a escribir una nueva historia del beisbol en Benito Juárez.
En sus primeros años, el inmueble fue utilizado como sede del beisbol amateur al dar cabida a las Ligas Municipales y la Liga Peninsular con el equipo Marlins de Cancún, que en su momento fue la sucursal de los Tigres Capitalinos.
A inicios de los años 90, el estadio permaneció prácticamente abandonado, pero en enero de 1996 se anunció la llegada de los Langosteros de Cancún, una nueva franquicia de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), para convertirse en una sede más de la pelota profesional.
El parque de pelota fue reinaugurado el 14 de marzo de 1996, en un juego diurno debido a que todavía no se instalaban las torres de iluminación.
Tras el avasallador paso del Huracán Wilma en 2005, el inmueble quedó destruido por los fuertes vientos y en el abandono, peor aún sin franquicia después de la venta de los Langosteros de Cancún a la familia Mansur.
Sin embargo fue a finales del 2006 que se anunció la mudanza de los Tigres de la Angelópolis al Caribe Mexicano.
Luego de darse a conocer esa primicia, el estadio recibió una remodelación completa, que incluyó la colocación de tribunas de zona preferente, y los llamados bleachers de manera de un aforo de poco más de 4 mil pasó a 9 mil.
La nueva historia del beisbol profesional en Quintana Roo comenzó a escribirse, el 22 de marzo de 2007 ante un lleno total que el estadio Beto Ávila, cobró vida al albergar a los Tigres de Quintana Roo.
Después de las dos últimas temporadas, la franquicia de bengala hasta el momento ha arribado acinco finales de zona, cuatro series finales de liga, y la obtención de tres campeonatos, estos en las temporadas de 2011, 2013 y 2015, todos jugados en el Beto Ávila.
La casa de los felinos ha sido sede del Clásico de Media Temporada de la LMB, Juego de Estrellas en las ediciones 77 y 82 en los años 2009 y 2014 respectivamente.
En la edición número 82 del Juego de Estrellas, los Tigres de Quintana Roo presumieron una de las pantallas más grandes y costosas de Latinoamérica y de la Liga.
En el 2010, el estadio recibió la edición VIII del Premundial Femenil de fútbol de Concacaf, donde la selección mexicana que dirigía Leonardo Cuellar culminó subcampeona ante Canadá y de manera histórica enviaron a la potencia del futbol femenil como lo es la selección de Estados Unidos a repechaje.
Los Tigres de Quintana Roo, ahora bajo la dirección de la familia Valenzuela Burgos, cuentan con una muy digna casa de la calidad del estadio Beto Ávila de Cancún, con una capacidad para nueve mil aficionados.
El terreno cuenta con distancias de 325 por las rayas, y 410 pies por todo el jardín central y con una de las pantallas más grande dentro del beisbol de la LMB.
Esta instalación deportiva ha sido sede de eventos extra deportivos como conciertos y programas de televisión. Además durante muchos años fue el recinto que exhibía el nacimiento gigante en época decembrinas y que era una tradición en Cancún.
Hoy en día el parque de pelota Beto Ávila es una de las sedes de vanguardia, aparece como parte de las atracciones más importantes a visitar en Cancún, según la agencia Tripadvisor. El estadio se ubica entre los 35 sitios de mayor interés de este polo turístico; mientras que en la categoría de atracciones, el “Beto Ávila” ocupa la novena posición.
En 2016 el inmueble recibió el certificado de excelencia por parte de la agencia.