La violencia se desató durante la novena jornada de La Liga BBVA MX, en el estadio La Corregidora de Querétaro -ciudad situada en el centro de México-. Un partido de liga, en principio rutinario, entre el Querétaro en la duodécima posición y el Atlas de Guadalajara, ha dejado 22 heridos, nueve de ellos de gravedad de los cuales dos se encuentran en estado crítico.
El Gobernador del estado mexicano de Querétaro, Mauricio Kuri, desde el Hospital General de la localidad mexicana, se ha apresurado a afirmar que «no hay ningún muerto» demandando que «la empresa propietaria de Gallos e instituciones respondan por los hechos».
No obstante, ante los impactantes vídeos compartidos en redes sociales por los aficionados es probable que al cierre de esta edición esa cifra, por desgracia, podría variar.
El partido a 0-1 a favor de el Atlas Fútbol Club de Guadalajara, séptimo en la tabla, se detuvo en el minuto 62 cuando el caos llegó a su punto álgido con agresivas peleas que se trasladaban de las gradas al terreno de juego y a la salida del estadio con capacidad para 34.130 personas.
La totalidad de los jugadores desaparecieron rumbo a los túneles de salida menos el portero del Querétaro, Washington Aguerre, que intentaba infructuosamente calmar las aguas entretanto se zafaba de un nutrido grupo de aficionados que le perseguía en busca de un ansiado e inoportuno autógrafo.
Pese a que Aguerre podría personificar la (buena) imagen de esta desastrosa y triste jornada para el fútbol mexicano fueron otras las que, lamentablemente, quedarán en la retina de los mexicanos.
Así unos padres agarrando a dos de sus hijos salían huyendo del lugar con uno de los menores sin la camiseta, de la que posiblemente se despojó por posibles represalias, cuando objetos contundentes caían al campo. Y otro menor de muy corta edad agazapado y escondido tras uno de los asientos a la espera de que desistiera la disputa.
Muchos hinchas detectaron que la falta de policía y su tardía actuación desencadenó en peleas que duraron unos eternos minutos en los que los hooligans acababan ensangrentados semidesnudos, recibían impactos de vallas metálicas o terminaban inconscientes en el suelo mientras eran rematados a patadas.
Los encargados de la seguridad brillaron por su ausencia por lo que la tragedia podría haber sido mayor.
Fuera del estadio se vivieron escenas de terror con hooligans del Querétaro que desnudaron y noquearon a los hinchas del Atlas.
Ante los acontecimientos, Mikel Arriola, presidente de la liga mexicana, dio a conocer la suspensión del resto de la Jornada 9 del Torneo Clausura 2022, tal y como se conoce a la liga de los partidos correspondientes a Primera División.
Debido al pésimo espectáculo, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol informó en un escueto comunicado que «abrirá una investigación» por los acontecimientos ocurridos entre los Gallos y el Atlas. Además, La Liga BBVA MX ha trasladado que «presentará denuncias penales».