SAN ANTONIO.- Saúl Álvarez decidió que la pirotécnica fuera su acompañante en el regreso al cuadrilátero… Y los mejores fuegos artificiales venían guardados en los albos guantes con los que se presentó en el Alamodome de Texas, Estados Unidos.
Es cierto que el “Canelo” (54-1,2 36 KO’s) no noqueó, pero el castigo a Callum Smith (27-1, 19 KO’s) fue la mejor prueba de que no tuvo manera de competirle al, considerado por muchos expertos, mejor libra por libra en la actualidad.
El tapatío es el nuevo monarca supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) —cetro que estaba vacante— y de la Asociación Mundial (AMB), que pertenecía a su adversario.
La orquesta en vivo, el carmesí gabán, las chicas con trajes típicos mexicanos, los fuegos artificiales que escoltaron su presentación y la entrañable letra de “México Lindo y Querido” quebraron miles de corazones en las semivacías tribunas del inmueble (sólo se vendieron 12 mil boletos por las restricciones a las que obliga la pandemia de COVID-19), pero lo que realmente hizo saltar al público de sus butacas fueron las innumerables combinaciones que estallaron en el rostro del británico, cuyo invicto fue destrozado anoche.
Smith intentó sacar ventaja de sus 19 centímetros de diferencia en la estatura. En el centro del cuadrilátero se plantó en la larga distancia, aunque los dos mantuvieron la cautela en el primer round.
Álvarez comenzó a cortar los accesos en el segundo asalto en el que hizo algunos impactos abajo, ante un contrario con capacidad de respuesta.
Poco a poco el mexicano comenzó a sacar ventaja clara en los intercambios, con soberbios contragolpes y buena defensa ante el jab de izquierda del inglés.
“Canelo” estremeció a Smith con una derecha en el cuarto, a partir de lo cual el europeo comenzó a pelear desde atrás; por momentos respondió, sin embargo perdió velocidad y en la segunda mitad el mexicano fue el único peleador en el ring.
Un “rally” ofensivo en el noveno asalto, buenas combinaciones con el gancho de izquierda limpio en el décimo, y ese golpe combinado con el recto de derecha en el undécimo ampliaron la ventaja ante un Smith con el rostro ensangrentado, pero negado a rendirse.
El inglés respondió cuando pudo, pero pocas veces pudo y perdió el centro de la Asociación Mundial de Boxeo, que pasó al “Canelo”.
Retorno del “Canelo” que se acercó mucho a la perfección. Lo único que le faltó fue ese golpe letal que hiciera estallar los pocos fuegos artificiales que se reservó. Pareció echar su resto en la presentación, pero la realidad es que los mejores aparecieron cuando más importaba.
Los jueces le dieron la victoria por decisión unánime, pero resultó un mero trámite, porque desde el cuarto round dominó ampliamente. El clímax llegó entre el octavo y décimo. A Callum sólo lo mantuvo de pie el orgullo.