Todo inició cuando un convoy de seis camionetas con federales se dirigía por el bulevar Colosio hacia Bonfil.
A las 19:30 horas de ayer, agentes de Tránsito asignados a la delegación reportaron vía radio Matra sobre la presencia de las camionetas y pidieron instrucciones para saber si debían brindarles apoyo.
La Central de Seguridad Pública no estaba enterada de ningún operativo.
A las 19:45 horas, agentes de la Policía Municipal se percatan que el convoy de camionetas regresa a toda velocidad hacia Cancún, siguiendo la camioneta Jeep, tipo Cherokee.
Mientras en Cancún, elementos de la Marina se mueven hacia la Tulum.
A las 20:03 horas, marinos se encuentran con la camioneta gris en la cual viajaba gente armada a la altura de la glorieta «Ceviche», donde inicia la persecución, hacia el Palacio Municipal.
Autoridades policiacas le marcan el alto a la Jeep blindada gris y es cuando los sicarios realizan los primeros disparos, frente al Chedraui de la Tulum con Cobá.
Los policías responden, pero la Jeep aguanta los primeros impactos hasta que la camioneta oficial les da alcance.
Mientras los delincuentes intentan huir, agentes disparan al quemacoco, impactando al chofer de la Jeep, sumándose a la balacera ministeriales y federales.
El conductor herido, intenta regresar por la Tulum rumbo a Chedraui, pero se sube al camellón que divide ambos sentidos, donde elementos de varias corporaciones inician la persecución de los sicarios que huyeron a pie.
A unos metros de la Jeep blindada queda el cuerpo del único muerto en la balacera que sacudió a Cancún durante 45 minutos.
Cancunenses y turistas que circulaban en ese momento por las avenidas Tulum, Uxmal y Cobá, son testigos del arribo policiaco.
Trabajadores en su mayoría de la Zona Hotelera que llegaban al centro para trasladarse a sus casas, son testigos de la persecución y varios, con el valor de no saber qué hacer, filman con sus celulares la balacera.
Gente postrada cerca del restaurante El Poblano, se arrojan al piso y ven pasar corriendo a varios sujetos armados. Detrás de ellos, navales, ministeriales y federales.
La balacera continua hasta llegar a la avenida Náder, donde los sicarios intentan esconderse en los rincones de los mercados Ki-Huic y Pancho Villa.
Mientras, en un Autocar que había pasado por la Tulum y llegaba a la glorieta cercana a la Mega, el chofer pide apoyo a una agente de Tránsito, debido a que uno de sus pasajeros estaba herido de un rozón de bala.
En la Náder, testigos indican a los policías que los sicarios se habían metido al restaurante «A La Burger».
La lluvia de plomo no había parado
Policías intentaban poner a salvo a transeúntes. Disparan al aire y ayudan a los empleados del restaurante de comida rápida.
Por momentos la calma regresa. Algunos disiparon al aire. El caos reinaba.
La calma regresa poco a poco mientras policías evacuan a los cancunenses y turistas que transitaban por el lugar.
Una hora después, todo había regresado a la calma.
Los trabajadores de la Zona Hotelera bajan en el paradero de la «Patagonia» sin percatarse de lo que había ocurrido.
Peritos de la Fiscalía cerraban con cinta amarilla en tramo de la Tulum entre el «Ceviche» y la calle donde finaliza Chedraui.
A media noche, sólo estaban peritos levantando evidencia y la camioneta rafageada de los sicarios.
A las 00:10 hrs. Una pareja de enamorados se daba cariño a unos metros de la salida de empleados de Chedraui, ocultos bajo la sombra de un toldo.
Cancún estaba en calma.
La circulación en las avenidas Bonampak, Náder, Cobá y Yaxchilán, era normal.
El saldo, según las autoridades, un sicario muerto y un detenido. Extraoficialmente, se dijo que eran cuatro aprehendidos.