Cancún, Q. Roo.- Sicarios retan a la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, al balear a dos policías en una de las patrullas, en la Región 92, a metros de la avenida Talleres.
Trascendió que el policía identificado como Antonio May Uitzil, conocido entre la tropa como “Tabasqueño”, conductor de la patrulla 5914, habría fallecido en la clínica del IMSS de la Cobá, por un impacto de bala en la cabeza, información que no ha sido corroborado por la corporación. Mientras su compañero, Víctor Manuel May Cab, “Tocino”, salió ileso.
Aunque las autoridades policiacas están muy herméticas por ser compañeros los baleados, se supo que la patrulla 5914 circulaba por la calle 71 (donde está el taller de mecánica de taxistas), pero al detenerse antes del semáforo de la avenida Talleres (frente a la refaccionaría Campos), sicarios los rafaguearon sin darles la oportunidad de sacar sus armas para defenderse.
Según se comentó, los sicarios usaron armas largas, dejando indefensos a los dos policías y que presuntamente le costara la vida al oficial May Uitz.
Algunos testigos que hicieron circular las fotos del policia baleado May Uitz, se dijo que al ver a los atacantes, el oficial intentó refugiarse en la parte trasera de la pick up doble cabina, pero ya estaba lesionado en la cabeza.
Y aunque las primeras versiones apuntaban a que el chaleco antibalas pudo haberlo salvado, se corrió el rumor de que paramédicos de la Cruz Roja lo trasladaron grave a la clínica del IMSS de la avenida Cobá, donde finalmente habría fallecido.
De su compañero el “Tocino”, se dijo que estaba ileso, pero con crisis nerviosa, por lo que también fue ingresado a otro hospital.
La zona donde fue baleada la patrulla, quedó fuertemente acordonada por policías de los tres niveles, mientras peritos de la Fiscalía General del Estado levantan las evidencias y casquillos percutidos.
Hay que mencionar que a una cuadra del ataque, está la caseta policiaca donde se entrena y resguarda a los perros policías, y en la Ruta 5, a menos de un kilómetro, está las instalaciones del sector, donde siempre hay patrullas y uniformados.
Y de los sicarios, ni sus luces. Con la ejecución del policía la cifra llega a 207, en el 2017.