Cancún, Q. Roo.- Una vez más la administración de Remberto Estrada Barba se lava las manos, ahora con respecto a la instalación de la Rueda de la Fortuna en Plaza La Isla.
En total contradicción a sus ideales partidistas de proteger el cuidado del medio ambiente, su gobierno vuelve a conocer permisos para la instalación de esta atracción, sin tomar en cuenta los estudios de viabilidad de este proyecto de enormes estructuras.
Incluso, el regidor de la Comisión de Desarrollo Urbano y Transporte, Noé Pinacho Santos, aseguró en entrevista desconocer qué tipo de licencias se otorgaron a esta empresa holandesa para permitir su instalación en Plaza La Isla.
Por este motivo, el concejal benitojuarense dijo que llamarán a comparecer al Secretario de Ecología y Desarrollo Urbano, Francisco Javier Zubirán Padilla, a fin de que explique cuáles, qué tipo y por qué se les concedieron los permisos.
Cabe recordar que hace poco más de un año, esta atracción, que según es una réplica de las colocadas en Paris, Londres y Chicago, y que es traída por la empresa holandesa Dutch Wheel International, pretendió instalarse en el mercado de artesanías Coral Negro, que después de causar polémica entre el empresariado, y luego de que prácticamente el Ayuntamiento a través de Desarrollo Urbano a cargo precisamente e Zubirán Padilla, se viera obligado a colocar sellos de suspensión.
Posteriormente, la imponente rueda fue desmantelada justo antes de la revisión de Profepa, instancia que argumentó (también para lavarse las manos) que el proyecto debió contar con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que emite Semarnat, por lo que al no contar con ella, la responsabilidad recaía en el Ayuntamiento.
Y hoy por hoy parece que la historia se repite, bajo la complacencia de la autoridad municipal que aparentemente se duerme en sus laureles, permitiendo el crecimiento de obras que rayan en la ilegalidad.