Una de las flamantes obras «emblemáticas» del exgobernador Roberto Borge, hoy preso en Panamá, fue el «Auditorio del Bienestar«, inaugurado el 14 de septiembre de 2016, último día de su administración, y el cual, hoy, es inútil, evaluó el actual mandatario de Quintana Roo.
La obra terminada al vapor, ha sido cuestionada antes de su culminación, pero ninguna autoridad municipal, encabezada en su momento por el alcalde priista, Paul Carrillo, estatal o federal se atrevió a denunciar.
Se sabe que el «Auditorio del Bienestar» fue edificado sin permiso de obra y Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), ya que eran terrenos forestales.
INVERSIÓN MILLONARIA, A LA BASURA
Entre las irregularidades para su funcionamiento, las actuales autoridades estatales afirman que el inmueble carece de estacionamiento, que las instalaciones sanitarias no tienen la capacidad para un aforo de 12 mil personas, para el cual fue construido.
En su interior, la temperatura oscila en los 46 grados, lo que dificulta su funcionamiento para cualquier evento masivo como fue planeado, porque carece de ventilación o sistema de aire acondicionado.
Además, la infraestructura metálica colocada en su interior, como son las butacas, en la actualidad estás oxidadas, debido a que los encargados de la obra no utilizaron materiales adecuados para la zona, por la cercanía con el mar.
Por si fuera poco, para la edificación del «Auditorio del Bienestar» se presupuestaron en un principio 70 millones de pesos; sin embargo, fue el propio, hoy recluso, Borge Angulo, quien confirmó que se invirtió la nada despreciable cantidad de 244 millones 759 mil pesos provenientes del Ramo 23, aplicados como subsidio federal (lo que equivaldría a unas 700 casas de interés social).
Ocho meses después de su inauguración, el propio gobernador Carlos Joaquín, explicó que para ponerlo en funcionamiento, se necesitan otros 50 millones de pesos, lo que en la actual administración, es un gasto inútil.
Sumado a esto y debido a que el financiamiento proviene de un programa federal, no es posible su concesión.
Por lo que ahora, Cancún cuenta con un gran elefante blanco en el bulevar Colosio.