México, el mayor receptor de exportaciones de gasolina de Estados Unidos, está tratando de cancelar las importaciones del combustible por parte de al menos una empresa estadounidense, en medio de los efectos crecientes del coronavirus en la demanda.
La unidad comercial de Petróleos Mexicanos, PMI, declaró fuerza mayor sobre las importaciones de gasolina, a medida que una armada de embarcaciones que no pueden descargar el combustible permanece inactiva en las costas del Atlántico y el Pacífico, según una persona con conocimiento de la situación.
El término legal “fuerza mayor” típicamente describe un evento externo inesperado que hace imposible que una parte cumpla con sus obligaciones bajo un contrato.
El consumo de combustible en las estaciones de servicio cayó hasta 50 por ciento mientras los mexicanos siguen la orden de quedarse en casa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El atascamiento es de unos 60 buques en espera, dice Erick Tapia, consultor petrolero independiente de México y exempleado de PMI. Cada embarcación lleva en promedio 300 mil barriles, lo que eleva el total en el agua a aproximadamente 18 millones de barriles.
Esta será una situación muy complicada para que puedan salirse”, dice.
Pemex no devolvió inmediatamente los correos electrónicos en busca de comentarios.