Cancún, Q. Roo.- Después de la ejecución la noche del jueves de Cristian Fabián Uc Cruz, de 21 años de edad, mientras cenaba en la esquina de la avenida Comalcalco con la calle 14, y el agente ministerial Óscar Pérez R., baleado en el fraccionamiento Prado Norte, era atendido en el Hospital General por cuatro balazos que recibió en el pecho y abdomen, afectado ambos pulmones y su pronóstico es reservado, la ola de ataques armados no se detuvo en la ciudad, ya que durante la madrugada de este viernes, grupos criminales atacaron tres negocios de masajes y lograron ejecutar a un menor de 15 años de edad en la Región 95.
De manera casi simultánea, se reportó al número de emergencias que tres de los llamados “spa” que operan en diferentes puntos de la ciudad habían sido blanco de ataques a balazos, pero no había personas lesionadas, ya que los sicarios sólo les disparan a las fachadas.
El primer ataque se reportó minutos después de la 1 de la mañana, indicando que la conocida sala de masajes ubicada en la avenida Chichén Itzá, Supermanzana 62, entre las calles 47 y 49, junto a un taller de mecánica, desconocidos atacaron a balazos la fachada impactando en los cristales, pero afortunadamente ninguna de las “masajistas” resultó lesionada.
Minutos después, al parecer el mismo grupo criminal baleó el spa de la Región 94, a unos pasos de la avenida Talleres, en la esquina de las calles 95 y 52, donde de igual manera no se registraron personas lesionadas, y por último, fue la sala de masajes en la Región 98.
Acribillado a balazos
Pero los sicarios no descansaron, ya que a las 5:00 de la mañana, se reportó que 8 horas después de la ejecución en la Región 95, había otro acribillado a balazos. En esta ocasión se trató de un menor de edad identificado con las iniciales L. D. E. P., de 15 años.
Según los primeros reportes policiacos, en la calle 10, manzana 63, lote 24, cerca del cuerpo del menor se hallaron 12 casquillos percutidos calibre 9 milímetros y el ejecutado presentaba lesiones por arma de fuego en pecho, pelvis y en la cabeza.
Se supo que el joven de 15 años de edad era taquero y que tenía seis meses de haber salido de una clínica de rehabilitación por el consumo de drogas, donde pasó un año; sin embargo, parece que regresó a su viejo vicio, ya que junto al cuerpo había una pipa.