El gobierno de Estados Unidos sacó a casi todos sus diplomáticos de la isla debido a una serie de “ataques acústicos” aún sin esclarecer
Estados Unidos volvió a tensar ayer las relaciones con Cuba al anunciar la retirada de más de la mitad de su personal diplomático en La Habana a raíz de “ataques específicos” aún inexplicados.
En una nota oficial, el secretario de Estado Rex Tillerson afirmó que Washington “mantiene” sus relaciones diplomáticas con Cuba, pero adelantó que el caso será “agresivamente investigado” hasta que quede resuelto.
De acuerdo con las denuncias, en el último año, 21 diplomáticos estadunidenses fueron víctimas de raros “ataques específicos” aparentemente con dispositivos acústicos o de ultrasonido, que por ahora permanecen en el misterio.
Tillerson apuntó que el número de funcionarios en la embajada en La Habana permanecerá reducido a personal de emergencia “hasta que el gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos”.
En consecuencia, la embajada en la capital cubana suspendió “por tiempo indeterminado” la emisión de visados hacia Estados Unidos, aunque el Departamento de Estado preparaba mecanismos para que los cubanos puedan obtener esas visas en otros países.
Además, el Departamento de Estado emitió un “Alerta de Viajes” que abre con una recomendación que no deja lugar a dudas: “Estados Unidos advierte a los ciudadanos estadunidenses que no viajen a Cuba”. Hasta ayer, funcionarios estadunidenses se referían a estos extraños episodios como “incidentes”, aunque pasaron a referirse a “ataques” específicos contra el personal de la embajada, sin responsabilizar por ahora al gobierno cubano.
Seguiremos investigando agresivamente estos ataques hasta que el asunto quede resuelto”, dijo Tillerson.
Según el Departamento de Estado, los “ataques” ocurrieron en residencias diplomáticas y hoteles frecuentados por ciudadanos estadunidenses en la capital cubana.
No tenemos informes sobre ciudadanos privados estaounidenses que hayan sido afectados por los ataques”, señaló Tillerson.
Según agregó, el Departamento de Estado “no tiene una respuesta definitiva sobre la causa o la fuente de los ataques y es incapaz de recomendar medidas para mitigar la exposición”. Este drástico paquete de medidas fue anunciado apenas tres días después de una tensa reunión en Washington entre Tillerson y el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, para discutir precisamente este tema.
A inicios de mes, ya el Departamento de Estado había discretamente expulsado a dos funcionarios de la embajada de Cuba en Washington, a raíz de este mismo episodio.
Este es el momento de mayor tensión entre los dos países desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en 2015 después de medio siglo de ruptura y desconfianza mutua.
En junio pasado, Trump anunció un endurecimiento de las medidas administrativas que su antecesor, Barack Obama, había adoptado por decreto para facilitar los viajes y el comercio con la isla.