Cancún, Q. Roo.- Hoy que se conmemora el Día Internacional de La Paz, Quintana Roo se mantiene como el noveno estado según el Índice de Paz México (IPM) 2017, estudio elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), donde Yucatán el primer lugar; mientras, entre los más violentos están Guerrero, Colima, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur.
Según el estudio, el año más violento fue en el 2011, cuando la actividad de las fuerzas armadas alcanzó su punto máximo y la tasa de homicidio se duplicó con respecto a la de 2006; sin embargo, en el 2016, después de 10 años de la guerra declarada por el gobierno federal a los cárteles del narco, la paz se deterioró 4.3%.
Empero, a pesar del deterioro en 2016, México sigue siendo casi 14% más pacífico en 2016 que en 2011, ya que 21 de los 32 estados registraron avances.
En este rubro, Nayarit, Durango, Coahuila, Quintana Roo y Chihuahua muestran las mayores mejoras en cuanto a paz en los últimos seis años, mientras que Colima, Baja California Sur, Zacatecas, Oaxaca y Michoacán presentan los mayores deterioros. Estos últimos cinco estados tienen tasas de homicidio crecientes, en particular Colima, cuya tasa de homicidio en 2016 fue tres veces más alta que sus niveles de 2011.
Según el estudio IPM 2017, se describen cuatro importantes áreas de política pública que son decisivas para alcanzar altos niveles de paz: combate a la impunidad, fortalecimiento de la policía, estrategias para disminuir las tasas de homicidio y el papel de los gobiernos locales en la solución del problema.
Corrupción y policías con bajos salarios
En 2016, el estado de Quintana Roo registró tanto la mayor mejora en términos generales, como la mayor reducción en la tasa de homicidio: 23% y 26%, respectivamente. La entidad se había rezagado en mostrar mejoras como el resto del país entre 2011 y 2015. El estado se estancó en la segunda mitad del Índice hasta 2016, cuando escaló 11 lugares para asentarse como noveno estado más pacífico.
Y no obstante que Quintana Roo ha mejorado en el estudio del Índice de Paz México, la percepción de la población es contraria, sobre todo en la Zona Norte del Estado, donde Cancún encabeza la lista de ejecuciones en lo que va del año, con al menos 125 víctimas, seguido por Playa del Carmen y en últimas fechas el recién creado municipio de Puerto Morelos, donde en una semana se registraron al menos cinco ejecuciones.
De ahí que la población siga desconfiando de los cuerpo policiacos y considera que están permeados por grupos criminales; sin embargo, en el recién estudio indica que la percepción general de la corrupción en los cuerpos policiacos locales disminuyó 6%. Lo que se traduce en que para los gobiernos locales, sigue siendo una asignatura pendiente mejorar el desarrollo y la confianza en la Policía.
Aunque la investigación del IEP sobre seguridad interna revela que la vigilancia policial es más eficaz cuando existe un alto nivel de legitimidad en los procesos judiciales y la aplicación de la ley. Mientras que los bajos salarios de los policías han contribuido a la corrupción y la cooptación por parte de la delincuencia organizada, tener salarios altos se asocia con niveles más elevados de desarrollo y profesionalización de los cuerpos policiacos. En vista de los grandes riesgos relacionados con el trabajo y las recompensas que ofrece la delincuencia organizada, los salarios deben ser una compensación adecuada para los policías.
Otro reto importante para México es reducir los niveles de impunidad. En promedio, son castigados apenas 9% de los delitos que se cometen.
Por último, los hallazgos del IPM 2017 destacan la necesidad de mantener el ritmo de la implementación de la reforma de justicia y de mejorar la rendición de cuentas. México ha mostrado avances —y continuará haciéndolo— en la medida en que se fortalezca el Estado de derecho y la calidad de la gobernanza y la aplicación de la ley, pero aún enfrenta enormes retos como una creciente tasa de homicidios aunado a altos niveles de impunidad.