PUEBLA, MX.- Con un racimo de 4 carreras en la cuarta entrada, los Pericos de Puebla consumaron sensacional remontada y se encaminaron a un valioso triunfo de 6×3 sobre los Toros de Tijuana en el cuarto juego celebrado en Estadio “Hermanos Serdán” y se mantiene con vida en la Serie del Rey. Los de Tijuana tendrán que esperar un día más para ceñirse la corona, pero siguen adelante en la Serie 3-1.
Andrés Iván Meza, quien después de ser acribillado en la primera entrada, superó ese mal momento y fue otro lanzador el que escaló el montículo a partir del segundo episodio hasta el primer tercio de la sexta entrada cuando las ampollas en los dedos de su mano derecho provocaron su salida del juego. Ese mal inicio no presagiaba nada bueno para el equipo emplumado que desde el amanecer del encuentro se vio abajo en el electrónico.
José Guadalupe Chávez y Roberto López le dieron la bienvenida a Meza con sendos imparables y la base por bolas a Corey Brown, llenó el corral de astados. El octavo pelotazo que recibió Cyle Hankerd en la postemporada impulsó de “caballito” la primera carrera que anotó Chávez.
El “Bronco” Jorge Cantú disparó un cañonazo que explotó en el fondo del jardín derecho, anotando López y Brown, en tanto que Hankerd fue enfriado en la antesala por la ruta 9-4-2-5.
Después de ese sacudón, Meza recibió la “alternativa”, y le hizo una faena de antología a los Toros.
Con los tres imparables que permitió en la primera entrada, el originario de Culiacán, Sinaloa, admitió un par más de jits, completando su labor con 4 retirados por la vía del strike.
Los focos rojos se prendieron en el “nido” cuando Meza acusó molestias en su mano derecha después de despacharle a Hankerd un hirviente chocolate.
Tim Johnson sudó frío cuando tuvo que utilizar desde muy temprano a su relevo intermedio que pasó apuros en los juegos anteriores. En esta ocasión, el jalisciense Mario Morales respondió al encargo y cumplió al colgar las argollas de la sexta y séptima entrada.
El cerrador de los Pericos, el norteamericano Deunte Heath, se encargó del resto. Retiró en orden la octava entrada y en la novena, con dos tercios fuera y corredor en la intermedia, dominó al veterano tijuanense Oscar Robles, con rodado a la segunda colchoneta para bajar la cortina y apuntarse el salvamento.
La reacción de los Pericos llegó de inmediato, en la segunda entrada. Ricky Rodríguez disparó doble que no atacó con eficiencia Corey Brown, a quien “techó” el cañonazo. César Tapia negoció la base y el monclovense Héctor Garanzuay intentó sacrificarse pero falló entregando en la antesala a Rodríguez.
El neolaredense Sergio Pérez, quien no vio acción en el juego anterior, disparó imparable productor de la carrera que acortó la distancia. Sergio Mitre, el abridor de los Toros, retiró en orden el tercer episodio pero en el cuarto capítulo, la “Furia Verde” selló su suerte y le dio la voltereta al electrónico.
Tras uno fuera, el sonorense César Tapia disparó imparable al central, avanzó con wildpitch y anotó con doble de Garanzuay; Sergio Pérez, con un rodado lento al campo corto se anotó un infiljit de piernas, y doble del jalisciense Alberto Carreón remolcó la segunda carrera.
El extrabase marcó la salida de Mitre, quien sufrió la derrota, tomando su lugar el zurdo Carlos Hernández. De no ser por un buen lance del camarero Isaac Rodríguez, a batazo de Julio Borbón, el racimo podría haber “engordado”. Sin embargo, la pincelada defensiva no impidió que el venezolano Endy Chávez remolque un par de carreras con sencillo al izquierdo que cerró la producción ofensiva del equipo poblano.
La labor de Hernández terminó luego de 2 1/3 entradas, entrando en su lugar Jo-Jo Reyes, quien fue relevado por Mark Serrano, quien ponchó a Issmael Salas, único jugador de la novena verde que no ha bateado de jit en la Serie del Rey. Lanzó la octava, Carlos Fisher, quien admitió la sexta carrera de los Pericos que remolcó Garanzuay con imparable al derecho.
Para el quinto juego de la Serie del Rey fueron anunciados, por el equipo poblano, el norteamericano Josh Roenicke y por los Toros, Miguel Peña.