Cancún, Q. Roo.- Aun cuando la deuda que el Ayuntamiento de Benito Juárez mantiene desde el 2012 con su homólogo de Isla Mujeres se ha elevado a 17 millones de pesos, tanto el Presidente Municipal Remberto Estrada, como la síndico Mirna Martínez Jara, dicen que si pero no dicen cuando comenzaran a cumplir con el pago de la deuda por concepto de uso y aprovechamiento del relleno sanitario.
En entrevista, la abogada del municipio destacó que la instancia que corresponde efectuar el pago es a la paramunicipal Siresol, para lo cual se tendrá que revisar la situación financiera en la que se encuentra y el «porqué se dejó de cubrir con este pago».
De la situación financiera de Siresol dependerá la realización de los pagos», expresó.
Cabe mencionar que está situación se agrava, toda vez que en entrevista reciente el encargado de despacho de Solución Integral de Residuos Sólidos (Siresol), Pablon Lemmen declaró prácticamente en ceros a esta paramunicipal, ya que no cuentan con un presupuesto para poder cubrir el pago de la deuda por el uso y manejo del relleno sanitario el cual a la fecha no se ha realizado ningún pago, aunado a los 30 millones que todavía adeudan a las empresas concesionarias de servicio de recoja de basura.
La síndico, aseguró que se tiene la intención de buscar una reestructuración de la deuda y mantener la «buena relacion» que existe entre los municipios vecinos, sin embargo el incumplimiento en este pago podría derivar un rompimiento de las relaciones sobre todo cuando los regidores isleños y el mismo Presidente Municipal, Juan Carrillo Soberanis han advertido que de no comenzar a hacer efectivos los pagos, antes de que finalice el año se interpondrá una denuncia penal por el incumplimiento de este convenio firmado desde el mes septiembre del 2012.
Es importante resaltar que de no llegar a un pronto acuerdo, se corre el riesgo de que el tema de la basura vuelva a convertirse en un problema para el municipio de Benito Juárez, ya que al actual relleno sanitario ya le queda muy poco tiempo de vida útil, por lo que la autorización de un nueva celda sanitaria dentro del mismo terreno isleño peligra al ni siquiera haber pagado un sólo peso por el uso y manejo del primero.
Con información de Betty May