Este martes lluvioso casi le cuesta la vida a dos trabajadores en accidentes no relacionados. El primero de ellos fue a uno de los empleados de la construcción en Plaza Puerto Cancún, quien recibió una descarga eléctrica; el segundo, fue un chalan de una recicladora en la Región 107, donde una máquina le cercena parte del pie derecho.
Alfredo C.L., de 44 años de edad, uno de los empleados de la obra en Plaza Puerto Cancún que trabaja a marchas forzadas ante la premura de los dueños por inaugurar más tiendas, sin importar las inclemencias del clima, recibió más de 20 mil watts de potencia cuando tocó por error un cable de alta tensión.
Sus compañeros al escuchar un fuerte grito, corrieron en su auxilio; sin embargo, Alfredo había sufrido quemaduras de segundo y tercer grado en la superficie de su cuerpo. Por su parte, paramédicos dijeron que el hombre corría peligro, sobre todo por las quemaduras internas.
Molido por una máquina
Por otro lado, debido a las precarias condiciones de trabajo de empleados de una recicladora ubicada en la avenida José López Portillo, en la Región 107, Manuel I.I., de 38 años de edad, perdió el pie.
Según los testigos, el empleado, Manuel, quien labora sin botas de trabajo rudo, estaba empujando desechos a una máquina compactadora, cuando una de las cuchillas prensó un zapato, y ante la fuerza de la trituradora, no pudo sacar el pie a tiempo, sino hasta que sus compañeros lo ayudaron.
Sin embargo, el esfuerzo del resto de trabajadores fue inútil, ya que los dedos y parte del empeine habían sido molidos por la compactadora, por lo que aún con los huesos expuestos y parte de la carne colgando, Manuel fue trasladado al Hospital General donde los doctores decidieron amputarle la extremidad, para evitar infecciones que pusieran en riesgo su vida.
Por ahora, se reporta estable el estado de salud del empleado, mientras familiares que esperaban a las afueras del nosocomio exigían que la empresa recicladora se hiciera cargo de los gastos médicos y la pensión, ya que fue un accidente de trabajo y al parecer, Manuel y los otros empleados carecen de IMSS.