Ciudad de México.- El periodista asesinado la semana pasada en Guerrero, Cecilio Pineda, fue amenazado por el grupo criminal que encabeza Raybel Jacobo de Almonte, alias «El Tequilero».
Fuentes del Gobierno federal confirmaron que las amenazas fueron hechas por sicarios de dicho grupo, que opera en la región de Tierra Caliente de Guerrero.
Según las fuentes, el propio Pineda compartió esa información al Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.
En las conversaciones que tuvo con los analistas, Pineda dijo que había recibido amenazas de este grupo, que su problema era con el grupo de El Tequilero».
El periodista, amenazado desde septiembre de 2015, cubría temas de seguridad en la región y en varios de sus artículos se refirió a la violencia generada por Los Tequileros.
De hecho, en días recientes publicó un video en redes sociales en el que acusó complicidades entre este grupo y autoridades estatales.
(Saben) donde se encuentran todos los sicarios y el Gobierno no los quiere detener, y eso que ya saben dónde están ubicados, dónde se encuentra El Tequilero, con quién se encuentra El Tequilero en estos momentos (…) y pues ni así quieren ir a detenerlos», expuso en el video.
Pineda, quien fue colaborador de varios medios locales y nacionales, fue ejecutado el 2 de marzo en Ciudad Altamirano, cabecera municipal de Pungarabato.
El homicidio es investigado por la Procuraduría General de la República, a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
Pineda estaba incorporado al Mecanismo de Protección a Periodistas y en al menos tres ocasiones se le propuso la extracción del estado para darle refugio a él y a su familia.
La última vez que le propusieron trasladarse a un refugio seguro en la Ciudad de México y sujetarse a un plan de protección ante «riesgo alto», fue en octubre pasado.
Sin embargo, el periodista no quiso trasladarse al refugio y vía telefónica comunicó al Mecanismo que, desde su punto de vista, no era necesaria la «extracción».