Pascual lleva 22 meses en este viaje donde conoció a su pareja en el camino después de tres meses y dos días que empezó su viaje en Camboya. “Recorrimos juntos parte de Tailandia, Laos y Malasia”.
A su visita por Isla Mujeres, TVISLAMUJERES le preguntó qué es lo que sienten cuando viaja a bordo de su bicicleta y Pascual respondió “Es más que una droga, para mí es una adicción desde que soy joven, porque no hago otra cosa, es decir que no junto dinero para tener un bien material, tener una casa, un departamento porque a mí todo eso no me interesa. Lo que gano es para abrir las alas y viajar”.
Por su parte, Broeders, su compañera de viaje argumentó “Cuando comienzas a viajar te das cuenta que no necesitas nada, más que una bicicleta para ser feliz”.
Cuando se conocieron ella tenía su boleto de regreso a Holanda pero después de un mes ella regresó para acompañarlo y seguir el recorrido por Camboya, lugar donde compraron bicicletas.
Estuvieron dos meses y medio juntos en el norte de Laos, luego ella se volvió a su país pero regresó después de dos meses a Malasia sitió donde se encontraron nuevamente para continuar el viaje que duro aproximadamente cinco meses juntos.
Después volvieron a separarse pero no tardaron en encontrarse. “Yo me hice toda la costera pacífica, hice Guatemala, Chiapas y cuando llegué a Puerto Vallarta nos volvimos a encontrar, los dos compramos unas bicicletas y duró siete semanas juntos pedaleando de Puerto Vallarta hasta Acapulco, dijo Pascual.
Luego de ese viaje vendieron las bicicletas, Broeders viajó a Holanda y Pascual fue a Los Ángeles para bajar por la costa Pacífica. “Disfruté de Guatemala, Chiapas hasta la península de Yucatán, más precisamente en Cancún destino donde nos volvimos a encontrar y a comprar nuevas bicicletas”.
De sus mejores viajes por el mundo, comentó “Fue en Montreal, en Río de Janeiro entre 1994 y 1997. También el viaje que hice a los 26 países africanos, atravesando el desierto del Sahara para regresar a Francia y empujando la bicicleta durante 17 días en plena arena a temperaturas muy elevadas.
Acerca de la comida dijo que siempre llevan para cocinar y durante el recorrido compran legumbres, vegetales, pan y hacen sus ensaladas. “Sucede además, que el sureste la vida es muy barata, por ejemplo aquí en México tú pagas una noche un cuarto a 500 pesos mexicanos y con esa misma suma en Tailandia, Laos, Malasia, Camboya puedes dormir siete noches”.
En particular Pascual cuando viaja solo acampa y siempre con mosquitero en un lugar que tenga techo.
En relación a la diferentes costumbres y culturas que pudo experimentar durante sus travesías dijo “En el primer viaje que hice bajando desde el Norte de los Estados Unidos hasta el Sur observé que la gente es totalmente diferente y eso es lo que veo en cada país”, sostuvo el aventurero.
“Por ejemplo de este último viaje desde Tijuana a Isla Mujeres sentí que tuve más filin con la gente del norte porque considero que ellos son formidables, agradables y acogedoras, más si uno se transporta en bicicleta”, opinó Pascual.
Pascual cuenta que durante su experiencia ha visitado en algunos casos dos veces el mismo lugar y que de esta manera realmente pudo ver los cambios demográficos y sociales que hay en la zona.
Otra dato para destacar es el análisis que hizo por haber tenido tantos viajes a cuesta y aconseja que la mejor manera de viajar es a pie o en bicicleta.
“Porque cuando uno recorre lugares en auto o en moto es como que tengas la etiqueta de turista pegada en la frente, es exactamente eso”, argumentó Pascual.
Cuando se refirió a las diferencias que encuentra durante años anteriores como mochilero dijo “En Europa ya no es lo mismo y en otras partes del mundo tampoco porque la gente ya no tiene confianza, por ejemplo yo recuerdo a mis 22 años hacía dedo y me llevaban pero ahora no es tan fácil”, aclaró.
Nunca le ha pasado nada grave, salvo en su primer viaje a África donde contrajo paludismo, pero sostiene que por viajar desde muy joven su cuerpo fue adaptándose a temperaturas y a nuevos alimentos. “Jamás he utilizado servicios de asistencia al viajero, será que mi ángel guardián me cuida y está contento de viajar conmigo”, comentó este viajero nacido en Brasil con descendencia francesa y uruguaya.
Con respecto a su sostén económico y a la relación laboral que tiene en la empresa de camiones donde trabaja en Francia, afirmó que se dedica a laborar cuatro años sin goce de vacaciones para tener dos o tres años de libertad. No sólo les otorgan los permisos sino que además todos siguen su travesía.
Para finalizar Pascual aconsejó “Viajar es lo más lindo del mundo. Es la mejor universidad de mundo porque tú puedes estudiar pero cuando viajas lo que sientes y lo que ves, lo que escuchas, lo que comes, la manera de comunicarse con las personas aunque sea gestualmente es increíble y a la vez única.