CHETUMAL, MX.- La Comisión de los Derechos Humanos en el Estado de Quintana Roo (CDHEQROO) dejó en claro que la detención de quienes no usan cubrebocas debe ser la última instancia, legítima y justificada, ya que las autoridades deben apostarle a la conciliación y el diálogo con la población para incentivar el cumplimiento de los protocolos sanitarios, entre ellos precisamente el uso de cubrebocas.
La detención de ciudadanos por negativa al uso de “cubre bocas” puede resultar arbitraria, pues antes debe considerarse la condición económica y social de los consignados.
Se justifica fehacientemente cuando la persona representa verdadero problema para la salud de la población.
Hasta ahora la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo) no ha recibido queja por tal acción.
Recientemente la Secretaría Estatal de Seguridad Pública (SESP) informó que en Benito Juiárez se detuvo a 15 personas por negativa al uso de la prenda. En José María Morelos se aseguró a uno. Todos quedaron a disposición del juez calificador por falta administrativa.
Surgieron opiniones a favor y en contra de la actuación de la Policía Quintana Roo.
El presidente de la Cdheqroo, Marco Antonio Toh Euán, afirmó que la detención de personas por negativa a utilizar “el cubre bocas” es el último recurso de las autoridades policíacas.
Pues primero debe hacerse el exhorto al ciudadano para acceda al uso de la prenda. De haber negativa y reincidencia ya aplicaría el arresto.
Porque debe considerarse la razón por la cual no puede utilizarle. Por las condiciones económicas actuales laceradas por los efectos del COVID-19, y aunque parezca increíble o de risa, no todos pueden acceder al “cubre bocas”.
Actualmente el precio de la caja más económica de esas prendas es de 50 pesos y con esa cantidad subsiste una familia de escasos recursos.
También no debe perderse de vista que el portar “cubre bocas” por varias horas genera riesgos de infecciones por la expulsión de virus.
Si la persona es jefe de familia y por las condiciones económicas actuales no es posible adquirir las prendas.
Lo viable sería retornar a aquella estrategia de regalarles a través de las patrullas de la SESP.