El presidente Joe Biden ordenó reanudar la emisión de tarjetas de residencia permanente que fue suspendida por su predecesor durante la pandemia y que según abogados estaba bloqueando la mayor parte de la inmigración legal a Estados Unidos.
Biden retiró una suspensión implementada por el gobierno de Donald Trump. En una proclama el miércoles por la tarde, Biden estipuló que cerrarle la puerta a los inmigrantes legales “no promueve los intereses de Estados Unidos”
La primavera pasada, Trump suspendió hasta finales de 2020 la emisión de las tarjetas de residencia permanente para inmigrantes —las llamadas “green cards”— alegando la necesidad de proteger al mercado laboral duramente afectado por el coronavirus. Fue el mismo argumento que Trump esgrimió para lograr muchos de los recortes a la inmigración legal que no había podido implementar antes de la pandemia.
El 31 de diciembre, Trump extendió esas órdenes hasta finales de marzo. El entonces presidente republicano había señalado que los inmigrantes representaban “un riesgo para el mercado laboral estadounidense” e impidió su entrada a Estados Unidos emitiendo la Proclama 10014 y la 10052.
Al contrario, daña a Estados Unidos, lo que incluye el impedir que algunos familiares de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales se reúnan con sus familias aquí. También afecta a las industrias de Estados Unidos que utilizan el talento de personas de todas partes del mundo”, puntualizó el mandatario.
La mayoría de las visas para inmigrantes habían sido suspendidas debido a las órdenes, de acuerdo con abogados de inmigración.
Hasta 120.000 visas de preferencia basadas en la familia se perdieron en gran parte debido a la suspensión implementada por la pandemia en el año fiscal de 2020, de acuerdo con la Asociación Americana de Abogados de Inmigración. Los inmigrantes no podían traer a sus familiares a menos de que fueran ciudadanos estadounidenses que solicitaran visados para sus cónyuges e hijos menores de 21 años.
También impedía la entrada a inmigrantes con visas de trabajo, salvo que fueran considerados un beneficio para los intereses nacionales, como los profesionales de la salud.