CDMX.- Antes de que estallara el caso Lydia Cacho el entonces gobernador, Mario Marín Torres, tenía el proyecto de lograr que su grupo ganara los siguientes tres gobiernos de Puebla.
En su proyecto transexenal, Martín Torres contemplaba que los próximos gobernadores poblanos serían Javier López Zavala y Alejandro Armenta Mier, dos de sus cercanos colaboradores, quienes le abrirían paso a su hijo Mario Marín García, quien encumbraría su maximato.
Según el semanario Proceso, con esas miras, esos sueños quedaron sepultados el 14 de febrero de 2006, cuando el periódico La Jornada publicó el audio de la conversación telefónica que sostuvo él con el empresario textilero, Kamel Nacif Borge, en donde dejó al descubierto su participación para reprender a la periodista Lydia Cacho.
Mario Marín, quien fue detenido el miércoles 2 y se encuentra en la cárcel de Cancún, fue apadrinado por el político Guillermo Pacheco Pulido, quien siendo presidente municipal lo nombró secretario particular.
Pacheco Pulido llegó a tal nivel que, cuando murió la gobernadora de Puebla, Martha Érica Alonso, pasó a ser gobernador interino.
Otros de los impulsores de la carrera de Marín han sido Manuel Bartlett Díaz, quien nombró a Marín Torres subsecretario y luego secretario de Gobernación durante su sexenio.
Así también Alejandro Armenta Mier, quien estuvo en el DIF y luego en la Sedesol durante el mandato del “Gober Precioso”, va por la alcaldía de Puebla con Morena y buscará la gubernatura en 2024. Con información de Proceso