Chetumal. – Aun cuando hasta el momento el COVID-19 ha sido contenido en las cuatro cárceles bajo jurisdicción del Estado, el riesgo sigue latente, debido a la edad y las enfermedades que estos enfrentan al interior de las cárceles.
Para los internos el riesgo de contagio es latente, pues ya se han dado casos, tanto entre ellos como en personal de la Subsecretaría de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad y penales.
Según la Secretaría Estatal de Seguridad Pública (SESP), la población de las cárceles de Chetumal, Playa del Carmen, Cancún y Cozumel asciende a aproximadamente tres mil 200 personas privadas de su libertad.
Al menos el 45 por ciento excede los 40 años y de esta cantidad, el 20 presenta algún tipo de enfermedad crónico degenerativa.
Del total de la población penitenciaria, el 90 por ciento presenta algún tipo de adicción.
El primer grupo es el vulnerable a COVID-19, de acuerdo a lo vertido en reiteradas ocasiones por la secretaría de Salud, Alejandra Aguirre Crespo.
De acuerdo a registros de la Subsecretaría de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, hasta finales de junio pasado en el Cereso de Chetumal se registraron dos casos de COVID-19, los cuales ya se recuperaron.
Asimismo, en la Cárcel de Cozumel ocurrió lo mismo con un médico mientras que en la de Cancún hubo tres custodios así.
El pasado 16 de julio falleció el asistente jurídico del Cereso de Chetumal, Martín Luis Hernández, por SARS-CoV-2.
De acuerdo a información extraoficial, en ese entonces cuatro custodios fueron retirados por presentar temperatura superior a los 38 grados.
Y es que el temor es latente, pues según el personal encargado de compra de insumos también estuvo laborando así por algunos días, sin que nadie se percatara.
Recientemente hubo tres traslados de internos al Cereso de Chetumal. El primero fue el pasado 16 del presente cuando llegó un contingente de 54 internos procedentes de la Cárcel de Cancún.
El siguiente se dio el 23 con 50 reos que estaban en el Centro de Retención Municipal de Playa del Carmen. Ayer llegaron ocho del Penal de Cozumel.
El jueves pasado falleció M. C. G. Dos días después ocurrió lo mismo con L. B. O. Ambos a consecuencia de enfermedades crónico degenerativas.
Hasta ahora no ha habido decesos por COVID-19, pero con los antecedentes expuestos no se descarta haya, porque aun se vive la etapa de mayor riesgo; la cual se prolongará al menos, según especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante los próximos dos meses.
Por lo anterior la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo) inició la queja identificada como VG/OPB/241/07/2020 fundamentada en condiciones de hacinamiento en el Cereso de Chetumal.
De acuerdo a denuncias de familiares, además de que no hubo seguimiento de protocolos en los tres recientes traslados, los 112 internos provenientes de las cárceles de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel están en hacinamiento y duermen en el domo y mesetas.
Hasta ahora no hay indicios de COVID-19 en el Cereso de Chetumal aunque el riesgo de contagio es latente.